El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo, causando un deterioro progresivo de las funciones cognitivas, especialmente la memoria.
Su avance gradual y sus síntomas iniciales sutiles pueden dificultar su diagnóstico temprano, lo que retrasa el acceso a tratamientos que podrían mitigar su impacto. La confusión con otras condiciones cognitivas, como la demencia vascular o la depresión, también es frecuente, generando incertidumbre y preocupación.
Para facilitar la detección temprana y la búsqueda oportuna de atención médica, es fundamental comprender las señales de alerta que pueden indicar la presencia de Alzheimer.
5Cambios de personalidad y emocionalidad: más que un simple mal humor
En el Alzheimer, los cambios en la personalidad y la emocionalidad no son simples estados de ánimo transitorios. Se trata de cambios profundos y duraderos que alteran la forma en que la persona interactúa con el mundo.
La persona con Alzheimer puede volverse irritable, apático, retraído o ansioso sin una causa aparente.
Puede mostrar comportamientos agresivos o de desinhibición, como bromas inapropiadas, reacciones exageradas a situaciones cotidianas o un comportamiento impulsivo y arriesgado.