Japón, tradicionalmente reconocido por su población longeva y su dieta saludable, está experimentando un cambio preocupante. Mientras que Okinawa y Ogimi siguen ostentando el título de las zonas más longevas del planeta, con sus centenarios y supercentenarios, un estudio reciente revela que la dieta japonesa está siendo conquistada por los alimentos ultraprocesados, amenazando su reputación de modelo de salud.
6Un llamado a la acción: la necesidad de un cambio cultural
El cambio en la dieta japonesa no es un problema aislado, sino que refleja una tendencia global hacia la industrialización alimentaria y la proliferación de alimentos ultraprocesados.
Es necesario un cambio cultural que fomente una alimentación saludable y sostenible, basada en el consumo de alimentos frescos, de temporada y con bajo contenido en azúcares, grasas saturadas y sal.
La promoción de la agricultura ecológica, la reducción del consumo de carne y la búsqueda de alternativas vegetales pueden contribuir a la creación de un sistema alimentario más sostenible y saludable.