Dormir es una necesidad básica del ser humano, como comer o respirar. Durante el sueño, nuestro cuerpo y mente se reparan y recuperan para funcionar correctamente al día siguiente. Sin embargo, en la sociedad actual, marcada por el ritmo acelerado y las exigencias constantes, muchas personas sacrifican horas de sueño para cumplir con sus obligaciones.
Dormir menos de 5 horas por día se ha convertido en una práctica común, pero esta reducción del descanso tiene consecuencias negativas para la salud física y mental que no se deben subestimar.
8Deterioro de la piel
La falta de sueño también puede afectar la salud de la piel. Cuando no dormimos lo suficiente, la piel produce menos colágeno, lo que la hace más fina y propensa a las arrugas.
Además, la falta de sueño puede provocar un aumento de la inflamación en la piel, lo que puede empeorar las condiciones preexistentes, como el acné o la psoriasis.
La falta de sueño también reduce la capacidad de la piel para repararse durante la noche, lo que puede dar como resultado una piel más seca, deshidratada y sensible.