Dormir es una necesidad básica del ser humano, como comer o respirar. Durante el sueño, nuestro cuerpo y mente se reparan y recuperan para funcionar correctamente al día siguiente. Sin embargo, en la sociedad actual, marcada por el ritmo acelerado y las exigencias constantes, muchas personas sacrifican horas de sueño para cumplir con sus obligaciones.
Dormir menos de 5 horas por día se ha convertido en una práctica común, pero esta reducción del descanso tiene consecuencias negativas para la salud física y mental que no se deben subestimar.
3Aumento del riesgo de enfermedades crónicas
La falta de sueño no solo afecta la salud mental y el rendimiento cognitivo, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que la falta de sueño aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, cáncer y otras enfermedades crónicas.
La falta de sueño altera el metabolismo, elevando los niveles de glucosa en sangre y aumentando el riesgo de desarrollar diabetes. Además, aumenta la resistencia a la insulina, lo que dificulta el control de los niveles de azúcar en sangre.
La privación de sueño también aumenta la producción de sustancias inflamatorias en el cuerpo, lo que eleva el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad y cáncer.