La epilepsia refractaria, una condición en la que las crisis epilépticas no responden a los tratamientos médicos convencionales, afecta a un porcentaje significativo de personas con epilepsia. Los avances tecnológicos en la neurocirugía han permitido la introducción de métodos innovadores, como la implantación de electrodos cerebrales profundos mediante robótica, para localizar y tratar el foco de la epilepsia de manera precisa y efectiva.
«Hace algunos años, este procedimiento se realizaba con un marco metálico de estereotaxia, tardando entre 4 y 6 horas y requiriendo el rasurado completo del cabello. Con los nuevos robots neuroquirúrgicos, la cirugía es mucho más rápida y precisa, y permite planificar trayectorias antes imposibles,» comenta el Dr. Marcelo Budke, neurocirujano del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, especializado en cirugía de epilepsia y que ha sido testigo de esta evolución.
Desde el año 2020, el doctor Budke utiliza un robot avanzado para la colocación de electrodos profundos. «La primera vez que tuve el privilegio de conocer un robot para epilepsia fue en el año 2018 en una estancia de 2 meses en la prestigiosa Cleveland Clinic en Estados Unidos». Desde entonces, ha realizado 85 cirugías con el robot e implantado más de 1.000 electrodos. Su experiencia le ha llevado a impartir talleres y conferencias en eventos internacionales.
¿Qué es la Epilepsia Refractaria?
La epilepsia refractaria, también conocida como epilepsia resistente al tratamiento farmacológico, se caracteriza por la persistencia de crisis epilépticas a pesar de la administración de al menos dos fármacos antiepilépticos bien elegidos y bien tolerados. Aproximadamente el 30% de los casos de epilepsia son refractarios. Esta condición puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes, limitando su capacidad para llevar una vida normal.
«En muchos pacientes con epilepsia refractaria, realizamos estudios diagnósticos para determinar la localización específica del foco de la epilepsia si el paciente es un candidato a la cirugía de la epilepsia,» comenta el Dr. Budke.
Implantación de Electrodos Cerebrales Profundos
La implantación de electrodos cerebrales profundos es un procedimiento avanzado que permite a los neurocirujanos identificar con precisión las áreas del cerebro responsables de generar las crisis epilépticas. «Este procedimiento se realiza especialmente cuando las imágenes de resonancia magnética (RM) no muestran lesiones claras, pero se sospecha que existe un foco epiléptico en una región específica del cerebro. Los electrodos profundos permiten registrar la actividad eléctrica directamente desde el cerebro y localizar con precisión el foco de las crisis,» explica el Dr. Budke.
El proceso de implantación incluye varias etapas cruciales. Primero, se realiza una evaluación preoperatoria donde se utilizan estudios de imagen como la resonancia magnética (RM) y el PET para planificar la colocación precisa de los electrodos. «Estos estudios son esenciales para mapear el cerebro del paciente y determinar las trayectorias óptimas para la colocación de los electrodos,» explica el Dr. Budke.
Una vez que se ha planificado la trayectoria, se lleva a cabo la cirugía asistida por robot. El robot neuroquirúrgico, similar a un brazo robótico, se alinea con la trayectoria diseñada para cada electrodo, permitiendo una colocación exacta. «El robot se conecta a un navegador que permite deducir los movimientos de los médicos. Esto nos permite ver la trayectoria en el cerebro del paciente en tiempo real y ubicar los electrodos en el punto exacto necesario,» comenta el Dr. Budke.
Después de la colocación de los electrodos, se procede a la monitorización de la actividad cerebral. Los electrodos registran la actividad eléctrica del cerebro durante un período de tiempo, lo cual es crucial para identificar las áreas epileptogénicas. «Este Registro Video-EEG nos permite observar en tiempo real la actividad eléctrica del cerebro y correlacionarla con los síntomas clínicos del paciente,» agrega el Dr. Budke.
Registro Vídeo-EEG con electrodos cerebrales profundos
El registro Video-EEG es una herramienta crucial en el diagnóstico y tratamiento de la epilepsia. Este procedimiento consiste en la grabación simultánea de los síntomas clínicos del paciente y la actividad electroencefalográfica durante un período de tiempo. «El Video-EEG registra la actividad eléctrica del cerebro junto con un vídeo del paciente para correlacionar los síntomas clínicos con los eventos electroencefalográficos. Este registro puede durar unas pocas horas hasta varios días, dependiendo de la frecuencia de las crisis y la necesidad de capturar eventos específicos». Los datos recogidos permiten a los médicos identificar patrones y correlaciones entre los síntomas clínicos y la actividad eléctrica del cerebro.
Ventajas de la Robótica en la implantación de electrodos cerebrales profundos
La robótica ha transformado la neurocirugía, ofreciendo múltiples beneficios en la implantación de electrodos profundos cerebrales. «Los robots permiten al neurocirujano implantar los electrodos con una precisión milimétrica, una tarea que sería difícil realizar manualmente. Esta precisión no solo asegura la correcta ubicación de los electrodos, sino que también minimiza el riesgo de daños a las estructuras cerebrales circundantes, mejorando la seguridad del procedimiento». Además, «las cirugías asistidas por robots son más rápidas, hora y media o dos horas como máximo, lo que disminuye el tiempo que el paciente pasa bajo anestesia, añade el Dr. Budke.
La flexibilidad en la colocación de los electrodos es otra ventaja significativa. La robótica permite la implantación de varios electrodos a la vez, lo cual es crucial para un mapeo cerebral más exhaustivo. «Podemos implantar varios electrodos muy juntos y en distintas trayectorias oblicuas y ortogonales, que antes no eran posibles sin el uso de la robótica,» explica el Dr. Budke.
Termocoagulación con radiofrecuencia como tratamiento de la epilepsia con electrodos cerebrales
En algunos casos, una vez localizado el foco epiléptico, se puede considerar la termocoagulación con radiofrecuencia como tratamiento. Este procedimiento implica la destrucción controlada del tejido cerebral responsable de las crisis mediante calor generado por radiofrecuencia.
La termocoagulación o termoablación con electrodos intracerebrales se ha consolidado como una de las principales opciones de tratamiento mínimamente invasivas para pacientes con epilepsia en los que se ha delimitado la zona epileptógena (área cerebral donde se generan las crisis epilépticas) mediante electrodos cerebrales profundos.
«Una vez identificada el área donde se originan las crisis, aplicamos energía térmica que produce una pequeña lesión en la zona seleccionada. Alrededor del 50% de los pacientes presentan una mejoría significativa en la frecuencia de las crisis, y alrededor del 40-50% de los pacientes con lesiones focales bien delimitadas pueden quedar libres de ellas«, explica. Según el especialista, la tasa de complicaciones de la termocoagulación es muy baja y depende en gran medida de la experiencia del equipo de neurocirugía que la lleve a cabo.
Avances y Futuro de la Cirugía de colocación de electrodos profundos
«En el presente, pero especialmente en el futuro, la robótica va a tener un papel fundamental en la cirugía de la epilepsia,» afirma el Dr. Budke. «Recientemente he participado como profesor en un congreso sobre innovación neuroquirúrgica en Londres donde dirigí un taller práctico de utilización del robot y presenté tres conferencias explicando mi experiencia con la implantación de electrodos profundos y de sonda de láser con el robot. La idea general es que va a haber un cambio tecnológico muy importante en los próximos años, y cada vez más, la robótica va a tener un papel fundamental en la cirugía de la epilepsia.»
La tecnología continúa avanzando, y con ella, las posibilidades de ofrecer tratamientos mínimamente invasivos más precisos y efectivos para los pacientes con epilepsia refractaria.
En resumen, la implantación de electrodos profundos cerebrales mediante robótica representa un avance significativo en el estudio prequirúrgico y en el tratamiento de la epilepsia refractaria. Este método no solo permite una localización precisa del foco epiléptico, sino que también abre la puerta a tratamientos más efectivos como la termocoagulación con radiofrecuencia y la ablación con láser del foco de la epilepsia. Con la robótica, la neurocirugía se vuelve más segura, precisa y eficiente, ofreciendo esperanza y mejor calidad de vida a los pacientes que luchan contra esta condición debilitante.
«Tras la cirugía, alrededor del 70% de los pacientes están libre de las crisis de epilepsia,» concluye el Dr. Budke, destacando el impacto positivo de estas innovaciones en la vida de los pacientes.