Los horarios a la hora de comer y cenar pueden tener un impacto significativo en nuestra salud a corto y largo plazo. Nuestro cuerpo está diseñado para funcionar en sincronía con los ritmos circadianos naturales, que regulan los procesos metabólicos y hormonales en nuestro organismo.
Cuando alteramos estos ritmos con horarios irregulares de comida, podemos experimentar una serie de consecuencias negativas para nuestra salud.
6Aumento del estrés y la ansiedad
Comer en horarios irregulares puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad en nuestro cuerpo. Cuando no comemos en los momentos adecuados, nuestro cuerpo puede experimentar fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre, lo cual puede afectar nuestra capacidad para manejar el estrés y regular nuestras emociones.
Además, la falta de una rutina de comida puede generar incertidumbre y ansiedad, lo cual puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental y emocional. Mantener un horario regular de comida y cena puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, y favorecer una mejor salud mental.