Los horarios a la hora de comer y cenar pueden tener un impacto significativo en nuestra salud a corto y largo plazo. Nuestro cuerpo está diseñado para funcionar en sincronía con los ritmos circadianos naturales, que regulan los procesos metabólicos y hormonales en nuestro organismo.
Cuando alteramos estos ritmos con horarios irregulares de comida, podemos experimentar una serie de consecuencias negativas para nuestra salud.
3Problemas digestivos
Comer en horarios irregulares puede también causar problemas digestivos, como acidez estomacal, indigestión, gases y estreñimiento.
Nuestro sistema digestivo está diseñado para funcionar de manera óptima en ciertos momentos del día, por lo que si comemos demasiado tarde en la noche o saltamos comidas importantes, podemos experimentar malestar estomacal y trastornos digestivos.
Además, comer en horarios desfasados puede alterar la microbiota intestinal, lo cual puede afectar la absorción de nutrientes y la salud general del sistema digestivo.