En el complejo proceso de toma de decisiones, nuestro cerebro a menudo recurre a atajos mentales conocidos como sesgos cognitivos, que pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad y llevarnos a tomar decisiones irracionales o poco fundamentadas.
Estos sesgos son patrones de pensamiento automáticos y subconscientes que nos ayudan a simplificar la enorme cantidad de información que recibimos diariamente, pero que a su vez pueden sesgar nuestra forma de procesar la información y afectar nuestras elecciones.
7El sesgo de retrospectiva: Interpretando los eventos pasados de manera sesgada
El sesgo de retrospectiva nos lleva a reinterpretar eventos pasados de manera sesgada, creyendo erróneamente que los resultados eran predecibles o que podríamos haber anticipado ciertos acontecimientos.
Estos sesgos pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad y llevarnos a sobreestimar nuestra capacidad de prever situaciones futuras, lo que a su vez puede influir en nuestras decisiones al basarnos en interpretaciones sesgadas de experiencias pasadas.
Identificar este sesgo nos ayuda a ser más humildes y realistas en nuestra evaluación de eventos pasados y en nuestra capacidad de prever el futuro.