En el complejo proceso de toma de decisiones, nuestro cerebro a menudo recurre a atajos mentales conocidos como sesgos cognitivos, que pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad y llevarnos a tomar decisiones irracionales o poco fundamentadas.
Estos sesgos son patrones de pensamiento automáticos y subconscientes que nos ayudan a simplificar la enorme cantidad de información que recibimos diariamente, pero que a su vez pueden sesgar nuestra forma de procesar la información y afectar nuestras elecciones.
6La influencia del sesgo de autoridad: Confiando ciegamente en fuentes de prestigio
El sesgo de autoridad nos lleva a dar mayor credibilidad y peso a la información proveniente de figuras de autoridad o fuentes prestigiosas, sin cuestionar críticamente su veracidad o validez.
Este sesgo puede influir en nuestras decisiones al hacer que confiemos ciegamente en recomendaciones u opiniones de expertos sin evaluar de manera objetiva la información presentada.
Reconocer este sesgo nos invita a ser más críticos y reflexivos al analizar fuentes de información, fomentando así una toma de decisiones más fundamentada y libre de influencias externas.