En el complejo proceso de toma de decisiones, nuestro cerebro a menudo recurre a atajos mentales conocidos como sesgos cognitivos, que pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad y llevarnos a tomar decisiones irracionales o poco fundamentadas.
Estos sesgos son patrones de pensamiento automáticos y subconscientes que nos ayudan a simplificar la enorme cantidad de información que recibimos diariamente, pero que a su vez pueden sesgar nuestra forma de procesar la información y afectar nuestras elecciones.
3El efecto anclaje: La influencia de la primera impresión
El efecto anclaje es un sesgo cognitivo que nos lleva a depender excesivamente de la primera información que recibimos al tomar una decisión, incluso si esta información no es relevante o precisa.
Este sesgo puede distorsionar nuestra evaluación de alternativas y limitar nuestra capacidad de considerar nuevos datos o perspectivas que contradigan el anclaje inicial. Ser conscientes de este efecto nos permite cuestionar y revisar nuestras decisiones a la luz de información actualizada y relevante, evitando así caer en la trampa de la influencia inicial.