El cambio demográfico proyectado para finales de siglo plantea desafíos significativos en cuanto a la disponibilidad de parientes vivos para brindar cuidado en las familias. Según un estudio reciente sobre las proyecciones del parentesco humano, se estima que el número de parientes de una persona disminuirá en un 35 %, lo que tendrá un impacto directo en la capacidad de las personas mayores para cuidar a sus nietos.
El científico Diego Alburez-Gutiérrez, del instituto Max Planck de Investigación Demográfica de Alemania, destaca que el aumento de la brecha generacional y la dependencia asociada al envejecimiento son factores clave que dificultan que los abuelos y bisabuelos puedan asumir roles de cuidado en el futuro.
6El rol de las inversiones en el cuidado infantil y de personas mayores
Ante el panorama de un futuro con menos parientes disponibles para brindar cuidado, es crucial invertir en programas de cuidado infantil y de personas mayores para garantizar el bienestar de las generaciones actuales y futuras.
Estas inversiones no solo aliviarán la carga de aquellos que envejecen con menos recursos familiares, sino que también contribuirán a fortalecer las redes de apoyo comunitarias y fomentar la solidaridad entre generaciones.