El cambio demográfico proyectado para finales de siglo plantea desafíos significativos en cuanto a la disponibilidad de parientes vivos para brindar cuidado en las familias. Según un estudio reciente sobre las proyecciones del parentesco humano, se estima que el número de parientes de una persona disminuirá en un 35 %, lo que tendrá un impacto directo en la capacidad de las personas mayores para cuidar a sus nietos.
El científico Diego Alburez-Gutiérrez, del instituto Max Planck de Investigación Demográfica de Alemania, destaca que el aumento de la brecha generacional y la dependencia asociada al envejecimiento son factores clave que dificultan que los abuelos y bisabuelos puedan asumir roles de cuidado en el futuro.
5Proyecciones para el cuidado familiar en el siglo xxi
El estudio sobre las proyecciones del parentesco humano entre 1950 y 2100 revela una disminución drástica en el número de parientes vivos disponibles para brindar cuidado en todo el mundo.
Esta tendencia se ilustra con el ejemplo de una mujer de 65 años, que en 1950 podría tener 41 parientes vivos, pero se espera que en 2095 tenga solo 25, lo que representa una disminución global del 38 %. Estas proyecciones plantean la necesidad de replantear los modelos de cuidado familiar y fomentar la resiliencia en las familias ante estos cambios.