En la era moderna, donde el ritmo de vida acelerado y los hábitos alimenticios a menudo deficientes son comunes, la suplementación dietética se ha convertido en una opción popular para muchas personas que buscan mejorar su salud y bienestar.
Aunque los suplementos no deben reemplazar una dieta equilibrada, en ciertas situaciones específicas pueden desempeñar un papel crucial en la optimización de la salud.
5Etapas de la vida que requieren un mayor aporte de nutrientes
Durante etapas cruciales de la vida como el embarazo, la lactancia, la infancia y la vejez, las necesidades nutricionales experimentan un aumento significativo debido a los procesos fisiológicos y cambios metabólicos que ocurren en el cuerpo.
- En el caso del embarazo, la mujer embarazada necesita nutrientes adicionales para apoyar el crecimiento y desarrollo del feto, así como para mantener su propia salud óptima. Durante esta etapa, la suplementación con ácido fólico, hierro, calcio, yodo y vitaminas prenatales es fundamental para prevenir defectos de nacimiento, garantizar un desarrollo adecuado del bebé y mantener la salud materna.
- En el período de lactancia, la madre también requiere un mayor aporte de nutrientes para producir leche materna de calidad y satisfacer las necesidades nutricionales del bebé. La suplementación con ácidos grasos omega-3, zinc, vitamina D y vitamina B12 puede ser beneficiosa para garantizar que tanto la madre como el bebé reciban los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludables.
- Durante la infancia, el crecimiento acelerado y el desarrollo físico y cognitivo demandan un aporte nutricional adecuado. Los niños en esta etapa necesitan una dieta equilibrada y variada que incluya proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales para apoyar su crecimiento y fortalecer su sistema inmunológico. En algunos casos, la suplementación con vitaminas como la vitamina D, hierro y omega-3 puede ser recomendada por pediatras para asegurar un desarrollo óptimo.
- En la adultez y vejez, el envejecimiento natural del cuerpo puede provocar cambios en la absorción de nutrientes, una menor ingesta de alimentos y una mayor prevalencia de ciertas enfermedades crónicas. En esta etapa, la suplementación con calcio, vitamina D, vitamina B12, magnesio y antioxidantes puede ser beneficiosa para mantener la salud ósea, muscular y cognitiva, así como para prevenir deficiencias nutricionales comunes en personas mayores.