El aguacate, conocido como el ‘oro verde’, ha ganado popularidad en la gastronomía mundial gracias a su sabor único y sus beneficios para la salud. Sin embargo, detrás de este fruto tropical se esconde un impacto ambiental significativo, derivado de prácticas agrícolas insostenibles y el uso excesivo de recursos naturales.
2La huella hídrica del cultivo de aguacate
El cultivo de aguacate es conocido por su alta huella hídrica, lo que significa que se requiere una cantidad significativa de agua para producir este fruto.
En la región de la Axarquía en España, por ejemplo, se estima que se utilizan 600 litros de agua por cada aguacate cultivado. Esta cifra representa un uso excesivo de recursos hídricos en una zona donde el agua escasea y su gestión sostenible es crucial para la supervivencia de los ecosistemas locales y las comunidades.
La demanda de agua para el cultivo de aguacate no solo afecta a la disponibilidad de este recurso, sino que también puede tener impactos negativos en la calidad del agua y en los ecosistemas acuáticos.
El uso intensivo de agua en la producción de aguacate ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad de este cultivo y la necesidad de implementar prácticas agrícolas más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Es fundamental considerar la huella hídrica del aguacate al evaluar su impacto ambiental y tomar decisiones informadas sobre su consumo.