La depresión es un trastorno mental común que afecta a millones de personas en todo el mundo, provocando sentimientos de tristeza, desesperanza y falta de interés en las actividades diarias. Si bien existen diferentes enfoques para tratar la depresión, uno de los más efectivos y accesibles es el ejercicio físico.
2Mecanismos neurobiológicos del ejercicio en la depresión
El ejercicio físico desencadena una serie de cambios neurobiológicos que pueden contrarrestar los efectos negativos de la depresión en el cerebro.
Se ha demostrado que el ejercicio aumenta la neurogénesis en el hipocampo, una región cerebral asociada con el control del estado de ánimo y la memoria. Esta formación de nuevas células nerviosas puede mejorar la plasticidad cerebral y promover la recuperación de la depresión.
Además, el ejercicio reduce la inflamación sistémica y el estrés oxidativo en el cuerpo, procesos que se han relacionado con la depresión.
Al promover la liberación de factores neurotróficos como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), el ejercicio favorece la supervivencia y el crecimiento de las células cerebrales, mejorando la función cognitiva y emocional en personas con depresión.