Conocer tu tipo de piel es fundamental para establecer una rutina de cuidado adecuada que satisfaga las necesidades específicas de tu cutis. Identificar si tienes una piel sensible, seca, mixta o grasa te permitirá seleccionar los productos y tratamientos más adecuados para mantenerla saludable y equilibrada.
4Piel grasa
La piel grasa se caracteriza por un exceso de producción de sebo, poros dilatados y brillo facial. Puede ser propensa a la aparición de acné y puntos negros.
Para cuidar la piel grasa, es importante utilizar productos no comedogénicos que controlen la producción de sebo y mantengan los poros limpios. Opta por limpiadores suaves que no eliminen en exceso los aceites naturales de la piel, geles hidratantes libres de aceites y protector solar oil-free.
Evita productos demasiado pesados o grasos que puedan obstruir los poros y empeorar la condición de la piel.