Conocer tu tipo de piel es fundamental para establecer una rutina de cuidado adecuada que satisfaga las necesidades específicas de tu cutis. Identificar si tienes una piel sensible, seca, mixta o grasa te permitirá seleccionar los productos y tratamientos más adecuados para mantenerla saludable y equilibrada.
10Escucha a tu piel y ajusta tu rutina de cuidado
Cada tipo de piel es único y puede requerir ajustes en la rutina de cuidado según sus necesidades cambiantes.
Escucha a tu piel y presta atención a sus señales para identificar qué productos o tratamientos le sientan mejor.
Si notas cambios en la textura, la sensibilidad o la apariencia de tu piel, ajusta tu rutina de cuidado en consecuencia. Ser receptivo a las necesidades de tu piel y adaptar tu cuidado en función de ellas te ayudará a mantenerla en óptimas condiciones y a lucir un cutis saludable y radiante.