Conocer tu tipo de piel es fundamental para establecer una rutina de cuidado adecuada que satisfaga las necesidades específicas de tu cutis. Identificar si tienes una piel sensible, seca, mixta o grasa te permitirá seleccionar los productos y tratamientos más adecuados para mantenerla saludable y equilibrada.
1Piel sensible
La piel sensible se caracteriza por reacciones adversas a factores externos como productos cosméticos, cambios climáticos o ingredientes irritantes. Presenta enrojecimiento, picazón, sensación de ardor e irritación con facilidad.
Para cuidar la piel sensible, es importante utilizar productos hipoalergénicos, sin fragancias ni componentes agresivos.
Opta por limpiadores suaves, cremas hidratantes sin alcohol y protector solar formulado para pieles sensibles. Evita frotar la piel con fuerza y elige productos específicos para calmar y fortalecer la barrera cutánea.