En el vasto y variopinto panorama de la gastronomía española, la fideuá se erige como un plato que, con su sencillez y sabor, captura la esencia del mediterráneo en cada bocado. Sus raíces arraigadas en la Comunidad Valenciana, este plato es hermano del más universal paella, pero ha sabido encontrar un espacio propio en la mesa de los amantes de la buena mesa. Así, hoy nos adentraremos en un recorrido culinario de la mano del reconocido chef Nacho Manzano, quien nos ofrece una versión que promete ser fácil, rápida y, sobre todo, fabulosa.
Nacho Manzano, galardonado con estrellas Michelin y embajador de la alta cocina española, nos presenta su interpretación contemporánea de la tradicional fideuá. Puede que al pensar en recetas de chefs estrellados nos venga a la mente técnicas complejas y productos inalcanzables. Sin embargo, en esta ocasión, Manzano se acerca al público con una propuesta que demuestra que la alta cocina también puede ser accesible y estar al alcance de cualquier aficionado a los fogones. Es el momento de prestar atención a los secretos de este afamado maestro de los sabores y aprender a preparar una fideuá que no dejará indiferente a nadie.
DESCUBRIENDO EL ENCANTO DE LA FIDEUÁ
La fideuá, aunque menos conocida fuera de nuestras fronteras que la paella, goza de una tradición y un sabor que la han convertido en un referente por derecho propio. Su origen se remonta a las costas de la Comunidad Valenciana, donde los pescadores, buscando variar su dieta habitual basada en el arroz, decidieron utilizar fideos en su lugar. De esta forma, crearon un plato que ha acabado conquistando tanto a locales como a visitantes.
Esta variante de la paella se caracteriza por el uso de fideos, normalmente gordos, que se cocinan absorbidos por un caldo repleto de sabor a mar. Aunque tradicionalmente la fideuá se rellena de mariscos y pescados, su versatilidad permite adaptaciones con verduras, carnes o una combinación de ellas, lo que la hace ideal para adaptarse a cualquier paladar y circunstancia.
Además de ser un plato exquisito, la fideuá se presenta como una excelente opción para aquellos que buscan recetas que no requieran un gran despliegue técnico o ingredientes difíciles de encontrar. De hecho, su preparación es relativamente sencilla y, como demostraremos con la receta de Nacho Manzano, puede ser una manera magnífica de sorprender a comensales sin necesidad de invertir horas en la cocina.
El reconocimiento de este plato va más allá de su sabor. La fideuá es también un medio de reunión familiar y de amigos, un pretexto para compartir mesa y mantel y disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos, algo que, sin duda, forma parte del ADN de la cocina mediterránea.
LA PROPUESTA DE NACHO MANZANO
La receta que el chef Manzano propone es una muestra de cómo la alta cocina puede adaptarse para ser disfrutada por todos. Lejos de complicaciones, la fideuá de Nacho Manzano brinda un resultado que impresiona por su sabor intenso y su presentación que cuida cada detalle, sin olvidar la importancia de la accesibilidad en todos los aspectos.
Iniciamos hablando del ingrediente principal: los fideos. Manzano opta aquí por los del tipo número 2, que son de grosor medio y permiten una cocción pareja, asimilando el caldo a la perfección y asegurando esa textura tan característica de la fideuá. Además, el chef hace hincapié en la calidad del caldo, claro protagonista en el resultado final, sugiriendo que sea casero o, en su defecto, de la mejor calidad posible.
Uno de los secretos de esta receta es el sofrito, un elemento vital en muchos platos de nuestra gastronomía. En este caso, se elabora con productos frescos tales como tomate, pimiento, ajo y cebolla, cocinándolos lentamente hasta lograr esa amalgama de sabores que sirve como base de la fideuá. A esto, Manzano añade un toque de paprika dulce, que aporta color y profundiza el sabor del conjunto.
La selección de mariscos y pescados es clave. Manzano aconseja aprovechar lo mejor de nuestra costa, pero también recalca la importancia de la sostenibilidad y de elegir productos de temporada. Así, gambas, calamares y sepia se convierten en excelentes compañeros de los fideos, sumando texturas y sabores marinos que realzan la calidad del plato.
La cocción, como no podía ser de otra manera, juega un papel decisivo. Aquí se busca el punto justo donde los fideos quedan al dente, y el caldo se ha consumido, dejando esa costra tan apreciada en el fondo de la paella.
PASO A PASO: ELABORACIÓN SIN COMPLICACIONES
Manzano desgrana su receta facilitando una guía paso a paso que nos permite abordar la fideuá con confianza. El proceso comienza con la confección del sofrito, pochando las verduras en el aceite de oliva hasta que estén tiernas y adquieran un color dorado intenso. Este proceso no debe apresurarse, ya que aquí es donde se construyen los cimientos del sabor del plato.
A continuación, se añaden los fideos, que deben ser tostados levemente con las verduras para que se impregnen de los sabores del sofrito y pillen color antes de adicionar el caldo. Este gesto, aunque sencillo, es esencial para alcanzar la textura óptima.
Una vez estén bien nacarados los fideos, se añade el caldo caliente. La proporción precisa de líquido es crucial; por norma general, se utiliza el doble de caldo que de fideos, aunque esto puede ajustarse según la potencia de fuego y el tipo de paellera o sartén empleada.
Finalmente, cuando los fideos estén casi en su punto, se incorporan los mariscos y pescados, distribuyéndolos de forma estratégica para lograr una cocción uniforme y una presentación cuidada. Aquí, el consejo del chef es no remover demasiado para permitir que los fideos se asienten y se forme la costra dorada en el fondo.
Tras unos minutos más a fuego lento, y una vez retirado del calor, se deja reposar brevemente antes de servir. Este reposo no es un mero formalismo, sino que permite que los sabores se asienten y la fideuá llegue a su punto de perfección.
