La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido recomendaciones claras sobre la cantidad de ejercicio físico que debemos realizar según nuestra edad para mantener un estilo de vida saludable. El ejercicio regular no solo ayuda a mantener un peso adecuado, sino que también mejora la salud cardiovascular, fortalece los músculos y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
Infancia y adolescencia: ¡Juega y muévete!
La OMS recomienda que los niños y adolescentes realicen al menos 60 minutos de actividad física moderada a vigorosa todos los días. Esto puede incluir juegos al aire libre, deportes, actividades recreativas o incluso caminatas.
La clave es promover un estilo de vida activo desde temprana edad, fomentando la diversión y la participación en actividades físicas que les gusten.
Durante la infancia y la adolescencia, el juego y la actividad física son fundamentales para el desarrollo físico y mental de los niños. La OMS recomienda que los niños y adolescentes realicen al menos 60 minutos de actividad física moderada a vigorosa todos los días.
Esta recomendación se basa en el hecho de que los niños tienen altos niveles de energía y necesitan moverse para desarrollar habilidades motoras, fortalecer los músculos y huesos, y mantener un peso saludable.
La actividad física en esta etapa de la vida no tiene que ser monótona o aburrida. Los niños pueden participar en una amplia variedad de actividades, desde juegos al aire libre como saltar la cuerda, andar en bicicleta, jugar al fútbol o al baloncesto, hasta actividades recreativas como bailar, nadar o practicar artes marciales.
Lo importante es que los niños encuentren actividades que les gusten y les diviertan, de manera que se sientan motivados a participar de manera regular.
Además de los beneficios físicos, la actividad física en la infancia y la adolescencia también tiene un impacto positivo en la salud mental. El juego y el ejercicio ayudan a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y promover un mejor rendimiento académico.
También fomentan habilidades sociales, como el trabajo en equipo, la cooperación y la resolución de problemas.
Es responsabilidad de los padres y los educadores fomentar un estilo de vida activo en los niños y adolescentes. Esto puede incluir la creación de un entorno seguro y accesible para la actividad física, brindar oportunidades para la práctica de deportes o actividades extracurriculares, y limitar el tiempo de pantalla para fomentar la participación en actividades al aire libre.
Adultos jóvenes: Mantén una rutina activa
Para los adultos jóvenes, la OMS sugiere realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana. Además, es importante incluir ejercicios de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana.
Esto puede incluir actividades como correr, nadar, practicar ciclismo o levantar pesas. Mantener una rutina activa en esta etapa de la vida puede ayudar a mantener una buena salud cardiovascular y muscular.
Adultos de mediana edad: No descuides tu salud
A medida que envejecemos, es esencial mantener un nivel de actividad física adecuado para mantener una buena salud. La OMS recomienda que los adultos de mediana edad realicen al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana, al igual que los adultos jóvenes.
Además, se deben realizar ejercicios de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana. Mantener una rutina de ejercicio regular puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas y mantener una buena calidad de vida.
Personas mayores: ¡Nunca es tarde para moverse!
A medida que envejecemos, es aún más importante mantenernos activos y en movimiento. La OMS recomienda que las personas mayores realicen al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana, al igual que los adultos jóvenes y de mediana edad.
Además, se deben incluir ejercicios de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana, centrándose en ejercicios que mejoren la fuerza y el equilibrio. Incluso actividades como caminar, bailar o practicar tai chi pueden ser beneficiosas para mantener una buena salud física y mental en la vejez.
Embarazo y postparto: Adaptando el ejercicio
Durante el embarazo, la OMS recomienda que las mujeres continúen realizando actividad física moderada, siempre y cuando no haya contraindicaciones médicas.
Se sugiere al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana, adaptando las actividades según las necesidades y el estado de salud de cada mujer. Después del parto, es importante retomar gradualmente la actividad física, comenzando con ejercicios de bajo impacto y consultando siempre con un profesional de la salud.
Personas con discapacidad: Ejercicio adaptado
La OMS destaca la importancia de la actividad física para las personas con discapacidad, adaptando los ejercicios según las necesidades individuales.
Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana, al igual que las pautas para adultos jóvenes, de mediana edad y personas mayores. Consultar con un profesional de la salud especializado en ejercicio adaptado puede ser de gran ayuda para diseñar un programa adecuado.
Personas sedentarias: Rompiendo el ciclo
Para aquellos que llevan una vida sedentaria, la OMS recomienda comenzar con pequeños cambios en la rutina diaria. Incluir caminatas cortas, subir escaleras en lugar de usar el ascensor o realizar ejercicios de estiramiento en casa son formas sencillas de aumentar la actividad física.
El objetivo es romper el ciclo de sedentarismo e ir aumentando gradualmente la cantidad y la intensidad de los ejercicios.
Importancia de la variedad de ejercicios
La OMS enfatiza la importancia de combinar diferentes tipos de ejercicio para obtener beneficios completos para la salud. Esto incluye actividades aeróbicas, ejercicios de fortalecimiento muscular, ejercicios de equilibrio y flexibilidad.
La variedad de ejercicios no solo ayuda a trabajar diferentes grupos musculares, sino que también previene el aburrimiento y mantiene el interés en la actividad física.
Escuchar al cuerpo y consultar con un profesional
Es importante recordar que cada individuo es único y puede tener diferentes necesidades y limitaciones.
Escuchar al cuerpo y adaptar el ejercicio según las sensaciones y las recomendaciones médicas es fundamental para evitar lesiones y mantener una práctica segura. Además, si tienes alguna condición médica o estás comenzando un programa de ejercicio intenso, es recomendable consultar con un profesional de la salud.
¡El movimiento es vida!
En conclusión, la OMS nos brinda pautas claras sobre la cantidad de ejercicio físico que debemos realizar según nuestra edad. Mantener un estilo de vida activo y realizar ejercicio regularmente es esencial para mantener una buena salud en todas las etapas de la vida.
Ya sea a través de actividades recreativas, deportes o simplemente caminando, es importante encontrar formas de moverse y mantenernos activos. El movimiento es vida, y al seguir las recomendaciones de la OMS, podemos disfrutar de los beneficios de una vida activa y saludable.