La Navidad en Europa es sinónimo de mercados navideños, donde la magia de las festividades cobra vida en cada rincón. Estos mercados, con su ambiente cálido y festivo, son una tradición centenaria que atrae a visitantes de todo el mundo.
En Alemania, el mercado de Nuremberg es uno de los más antiguos y famosos. Conocido por su ambiente medieval y sus juguetes tradicionales, ofrece una experiencia navideña auténtica.
Viena, en Austria, brilla con su «Christkindlmarkt» en la plaza del Ayuntamiento. Las luces, la música y los puestos de artesanías crean un ambiente de ensueño.
El mercado de Navidad de Estrasburgo, en Francia, conocido como «Christkindelsmärik», es uno de los más grandes de Europa. Su historia y su mezcla de culturas francesa y alemana lo hacen único.
En Budapest, Hungría, el mercado navideño en la Plaza Vörösmarty es famoso por su artesanía y delicias culinarias húngaras.
Finalmente, el mercado de Navidad de Praga en la Plaza de la Ciudad Vieja es un espectáculo de luces y colores, ofreciendo una amplia gama de productos artesanales y comidas tradicionales checas.