La teleterapia psicológica, también conocida terapia a distancia, ha experimentado un aumento significativo en popularidad en los últimos años, ofreciendo una serie de ventajas y desventajas que es importante tener en cuenta al considerar este enfoque.
Una de las principales ventajas es la accesibilidad. La teleterapia permite a las personas acceder a la atención psicológica desde cualquier ubicación, eliminando la necesidad de desplazarse físicamente a una clínica o consulta.
Los pacientes pueden recibir terapia en la comodidad de sus hogares, lo que puede reducir la ansiedad relacionada con los viajes y el estigma social que a veces está asociado con la terapia en persona.
Además, la terapia en línea a menudo ofrece horarios más flexibles, lo que facilita la programación de sesiones en momentos que sean convenientes para el paciente.
En cuanto a sus desventajas, se encuentran las limitaciones técnicas. La calidad de la conexión a Internet y la disponibilidad de dispositivos electrónicos pueden ser obstáculos para algunas personas, lo que dificulta su participación en la teleterapia.
La ausencia de contacto físico es otro inconveniente que puede hacer que algunos pacientes se sientan desconectados o que les falte la empatía que puede surgir en una sesión presencial.
Por último, la privacidad de las conversaciones en línea puede ser un problema, especialmente si no se toman medidas adecuadas para garantizar la confidencialidad de la información compartida.
