La tercera edad está llena de riquezas tangibles e intangibles para aquellos que la abrazan. Para muchos, este período marca el comienzo de la jubilación y una nueva etapa para disfrutarla. Sin embargo, hay otros que se enfrentan a la demencia a la edad avanzada, una enfermedad devastadora que les limita el disfrute de esta etapa.
A pesar de la falta de cura disponible para esta enfermedad, es posible entender y apoyar a aquellos afectados por la demencia. Esta guía explica lo que debes saber sobre la demencia de la tercera edad y cómo puedes educarte para apoyar a tu ser querido.
Índice
Incidencia de la Demencia
Según la Asociación Alzheimer, una de cada tres personas mayores de 65 años desarrolla alguna forma de demencia y, alcanza uno de cada dos mayores de 85 años. Esta estimación se basa en la información de autopsias, que revela que el 47% de personas mayores de 85 años y el 28% por encima de los 65 tienen algún tipo de enfermedad relacionada con el deterioro cognitivo.
A medida que envejece la población, millones de personas en todo el mundo tienen algún nivel de demencia. La prevalencia de la demencia está aumentando, principalmente debido a los avances en la asistencia sanitaria que permiten a las personas vivir más tiempo.
Uno de los casos más comunes de demencia es la Enfermedad de Alzheimer, que es una forma de demencia progresiva que afecta la memoria, el pensamiento, la orientación, comunicación, percepción y el comportamiento. Los primeros síntomas pueden ser similares a la disminución de la memoria y la capacidad para razonar asociados con el envejecimiento normal, pero las personas con demencia suelen olvidar información importante y son incapaces de realizar tareas simples que han aprendido con los años.
Tipos de Demencia
Existen varios tipos de demencia, cada uno con su propia causa, síntomas y pronóstico. Entre los principales están la Enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy y la demencia fronto-temporal.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y se estima que afecta a más de 5 millones de adultos en los Estados Unidos. Esta enfermedad a menudo se desarrolla lentamente y se caracteriza por una disminución progresiva de la memoria, el lenguaje, la atención, los pensamientos abstractos, el juicio y la orientación geográfica o temporal.
La demencia vascular es más común en personas que tienen presión arterial alta o diabetes no controladas. Esta forma de demencia se desarrolla como resultado de un daño cerebral causado por la enfermedad cardiovascular subyacente. Esto impide que el cerebro reciba los nutrientes que necesita para funcionar correctamente.
La demencia por cuerpos de Lewy es la segunda forma más común de enfermedad de demencia y se caracteriza por limitaciones en la memoria, la concentración, la atención y la capacidad de razonar. Esta forma de demencia también causa alucinaciones, trastornos del movimiento, depresión y cambios de humor.
La demencia fronto-temporal es una forma de demencia degenerativa que afecta la memoria a corto plazo, la toma de decisiones, la lingüística y problemas motores. Algunas personas con esta afección experimentan cambios de personalidad, incluyendo irritabilidad, la actividad y la conducta.
Factores de Riesgo y Causas de la Demencia
Los expertos aún no han identificado la causa exacta de la demencia de la tercera edad. Sin embargo, hay algunos factores de riesgo conocidos que pueden aumentar el riesgo de desarrollar demencia. Estos factores incluyen la edad avanzada, la herencia genética, el nivel educativo, el estilo de vida poco saludable, el tabaquismo, el uso excesivo de alcohol, la enfermedad cardíaca y el trastorno metabólico.
En los últimos años, la investigación ha revelado que los factores de estilo de vida pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de la demencia. Los estudios han demostrado que una dieta sana, el ejercicio y una participación activa en actividades narrativas o intelectuales pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar demencia. El cuidado regular de la salud, como el control de la presión arterial y el diálisis, también pueden ayudar a prevenir la demencia.
Síntomas de la Demencia
Los síntomas de la demencia dependen del tipo y de la etapa de la enfermedad. Los síntomas más comunes incluyen una memoria disminuida, problemas para concentrarse, problemas para realizar tareas familiares, problemas con el lenguaje, dificultades para realizar tareas domésticas y conductas anormales.
Algunas personas con demencia también experimentan alucinaciones, un comportamiento extraño o violento, depresión crónica, trastornos del movimiento y alteraciones del sueño. Estos síntomas pueden variar según el tipo y la etapa de la demencia.
Tratamientos para la Demencia
Actualmente, no hay curas para la mayoría de los tipos de demencia. Los tratamientos se centran en el alivio de los síntomas y permiten que las personas con demencia vivan con dignidad y calidad de vida. Los tratamientos pueden incluir medicamentos para aliviar los síntomas, así como terapia física, terapia ocupacional, terapia de lenguaje y terapia comportamental.
Los medicamentos utilizados para tratar la demencia ayudan a aliviar los síntomas. Los medicamentos más comunes son los inhibidores de la acetilcolinesterasa y los antipsicóticos. Estos medicamentos ayudan a reducir la ansiedad, la confusión y los comportamientos anormales. Sin embargo, su eficacia depende del paciente, el tipo de demencia y el estado mental.
Algunos medicamentos, como los antidepresivos, también se utilizan para tratar los síntomas y los comportamientos negativos relacionados con la demencia. En algunos casos, los psiquiatras recetan antidepresivos para tratar la depresión o provocar cambios de humor. Estos medicamentos pueden mejorar el ánimo, pero también pueden aumentar la confusión y las alucinaciones.
Cuidar a Alguien con Demencia
Cuidar a un ser querido con demencia requiere un compromiso significativo en el tiempo y el esfuerzo. El primer paso es obtener un diagnóstico preciso de un médico y una recomendación para un tratamiento. Esto ayudará a asistir al paciente en el camino hacia una mejor salud mental.
A medida que el paciente comienza el tratamiento, es importante proporcionar una ayuda y apoyo adecuados. Los cuidadores deben entender los síntomas y comportamientos de la demencia y saber cómo abordarlos con respeto. Esto puede ayudar a crear un ambiente seguro y saludable para el cuidado. Los cuidadores deben crear estructuras y rutinas para mantener a la persona con demencia comprometida y motivada.
Se recomienda el uso de una variedad de actividades para mantener al paciente interesado y comprometido. Estas actividades pueden incluir el juego, la pintura, la música o simplemente salir a pasear. No hay forma correcta o incorrecta de cuidar a alguien con demencia y las actividades deben adaptarse al paciente.
Recursos y Apoyo para la Demencia
Para aquellos que estén buscando apoyo y recursos para el cuidado de alguien con demencia, hay una variedad de opciones disponibles para ayudar. Las asociaciones locales de Alzheimer y otras organizaciones de salud mental ofrecen servicios gratuitos, tales como asesoramiento, asistencia financiera, programas de intercambio de cuidado y programas de apoyo emocional. Los programas de estímulo cognitivo también se ofrecen en algunas partes de los Estados Unidos, lo que ayuda a aumentar la memoria, la orientación, el lenguaje, el juicio y la capacidad de motivación.
En general, los programas de estímulo cognitivo ofrecen sesiones de grupo o individuales con entrenadores especializados que proporcionan ejercicios cognitivos y actividades diseñadas para ayudar a aumentar la memoria, el lenguaje y la capacidad de pensar. Estos programas pueden ayudar a detener o retardar el deterioro cognitivo, así como impulsar una mejor calidad de vida para el paciente.