Nutrir a un perro requiere ciertos conocimientos y una dosis de responsabilidad por parte de los dueños. Muchos ciudadanos no tienen capacidad ni experiencia para llevar adelante una alimentación adecuada a sus mascotas, algo que puede acarrear consecuencias nefastas sobre su salud si no se detecta a tiempo.
A continuación, explicaremos los errores comunes en la alimentación de los perros, para ayudar a aquellos dueños que quieren evitar problemas relacionados con la comida en sus mascotas.
No acostumbrar a tu perro a comer lo mismo cada día
La monotonía en la alimentación de los perros es un problema, ya que hace que el organismo de nuestra mascota se acostumbre a esos mismos alimentos y se enferme si comienza a variar su rutina. Es importante, por tanto, ofrecerles comidas variadas para evitar que el organismo se acostumbre a los nutrientes ofrecidos.
Se incluyen trozos de carne en la ración, así como algunas verduras (especialmente ricas en fibra) para darles variedad. En ocasiones, los dueños pueden acostumbrar a su mascota a conseguir los alimentos por sí misma, ya sea por la casa, por el jardín o en actividades de caza. Esto les facilitará no depender tanto de los alimentos prefijados para los perros, algo que también es saludable para su organismo.
Aunque seguramente los dueños de un perro estén motivados por el afecto a la hora de ofrecerles lo que han comido ellos, este acto está absolutamente prohibido. Los restos de comida humana contienen nutrientes no recomendables para los canes y pueden causarles problemas estomacales. Vagas inflamaciones o incluso cáncer si son demasiado rebuscados.
No solo hay que evitar los restos de comida humana, sino los alimentos no recomendables para estos animales como el chocolate, galletas o productos azucarados. Todos ellos con altas probabilidades de producir diarrea, malestar general, aumento de peso o incluso ahogarse si hay alguna parte herida en la boca.
Alimentar a tu perro indispensablemente con croquetas
A pesar de que muchos dueños acostumbran a dar croquetas a su mascota, esto no se debe convertir en la única comida de su dieta. Estos productos fabricados con ingredientes a menudo muy procesados, pueden contener elementos tóxicos para el organismo del perro.
Si se prefiere apostar por la comodidad de las croquetas, se recomienda ofrecerles una buena variedad de ellas para que obtengan los nutrientes esenciales para su salud.
La proporción correcta de la cantidad de alimento diario para un can debe tener en cuenta varios parámetros, entre ellos la edad, la raza, el peso y también el nivel de actividad. Mediante la supervisión de un veterinario, el dueño podrá saber cuál es el alimento más adecuado para su mascota. De no acatar esta pauta, el perro puede desarrollar enfermedades gastrointestinales o hepáticas, entre otras graves patologías.
También hay que estar atento si se le da un exceso de alimento. Esto puede provocar problemas digestivos, obesidad, displasia de cadera y muchas otras patologías crónicas.
Es importante tener en cuenta que los perros no necesitan tanta cantidad de alimento como la que le daríamos nosotros, por lo que se recomienda acompañar a su dieta de actividad física para evitar que se hagan crónicas ciertas enfermedades.
Los excrementos cerca de sus alimentos
Aunque parezca una tontería, dejar los excrementos de nuestro perro cerca de los contenedores con los alimentos puede ser una de las causas de su mala alimentación. Esto puede hacer que las bacterias y hongos se alojen en la comida del perro, con consecuencias fatales que afectarán directamente a su organismo. El recipiente de alimento debe estar en un lugar limpio, alejado de todos los desechos de nuestra mascota.
Es posible que el perro no consiga todas las vitaminas necesarias con solo comer alimentos comunes. Por eso es recomendable acompañar la alimentación de algunos suplementos alimenticios para que reciban todos los nutrientes necesarios para mantener el correcto funcionamiento de sus órganos. Si no se les administran este tipo de suplementos, sus células se verán afectadas y pueden padecer problemas crónicos de salud a largo plazo.
Uno de los problemas en la alimentación de los perros son las intolerancias que pueden sufrir con algunos alimentos. Estas pueden ser originadas por el exceso de ingesta de un único elemento o por la aparición de alguna alergia crónica como un tipo de argirofilia. Esta reacción exagerada al sabor de los alimentos causa inflamación, vómitos y, a veces, reflujo gastroesofágico.
Tomando esto en cuenta, es importante llevar un registro de lo que come el can, para comprobar si sufre alguna intolerancia alimentaria. En el caso de que aparezca alguna sintomatología de esta afección, es clave que sea un veterinario quien indique cómo deben modificar la alimentación de nuestra mascota para evitar estas situaciones.
Llevar a un can a lugares con temperaturas extremas
Cuando los perros sienten mucho frío o mucho calor, suelen evitar el consumo de sus alimentos, desequilibrando los nutrientes que ingieren.
Lo mismo sucede si los llevamos a lugares con temperaturas extremas, lo que puede causar desajustes hormonales y trastorno en su metabolismo. Es recomendable que las carnes estén en sitios ventilados con temperaturas agradables para su organismo, es decir, entre los 20 y 24 grados centígrados como máximo.
Una de las prácticas cada vez más comunes entre los dueños de mascotas son las denominadas dietas crudas. Esto consiste en ofrecerles alimentos exentos de cocción junto con carne, pescado intestinos y plantas, algo que no es recomendable en la alimentación de nuestra mascota. Esto puede originar peligrosas infecciones bacterianas que ponen en riesgo su salud y, en muchas ocasiones, su vida.
Un mal hábito que muchos dueños de perros acostumbran es no vigilar la calidad del agua de su perro. Esto los deja deshidratados y con problemas digestivos que, en algunas ocasiones, no se notan a simple vista. En general, hay que cambiar el agua diariamente para mantenerlos hidratados, y limpiar, ofrecerles beber agua de buena calidad para prevenir enfermedades.
A veces, los dueños de perros suelen obviar la fisiología y las hormonas cuando su mascota comparte habitación con otras. Esto puede suponer un serio problema a la hora de ofrecerles su comida, dado que sencillamente no se la comerán por la presencia del otro. Por esta razón, se recomienda separar al perro de otros animales por un período de tiempo para que se alimente correctamente sin el estrés de verse interrumpido por otros.
No establecer un horario para comer
Establecer una hora determinada para comer es indispensable para el correcto funcionamiento del organismo de un can. Si sus dueños tienen un trabajo muy demandante, entonces hay que establecer un horario que no varíe para que el perro se acostumbre a horas definidas para alimentarse. Esto disminuirá el tiempo de la digestión, evitando molestias en el estómago y previniendo enfermedades crónicas.
En definitiva, la alimentación es un elemento clave para la salud del perro, por lo que hay que estar al tanto para evitar errores importantes. Para ello hay que conocer por qué el perro cae enfermo, cuándo empiezan a aparecer problemas de salud y qué cantidades administramos de alimento diario.
Desde los huesos hasta alguna que otra golosina a modo de premio, una buena alimentación devolverá a nuestra mascota la salud por los siglos de los siglos.