Esta es la selección definitiva de productos que se necesitan de verdad para lucir una piel luminosa y protegida.
Estos días no deja de hablarse de la bajada de temperaturas y es que noviembre llega para enviar intensas olas de frío y con él las primeras heladas. Sin embargo, no se habla tanto de los productos que deben cambiar en la rutina de skincare si se quiere seguir manteniendo la salud de la piel intacta incluso cuando la bufanda y el gorro no son suficientes.
Es el momento en el que la piel del rostro merece la mayor de las atenciones porque no solo debe preocupar el sol, sino que a su vez la piel debe estar preparada para el frío más extremo. Para ello, es recomendable buscar productos que reúnan ambas condiciones, es decir, que sean reparadoras e hidratantes, pero a la vez protectoras a corto y largo plazo. Además, no es necesario seguir largas rutinas si se utilizan los productos adecuados para ello.
De hecho, desde la firma Ocean by Mar Saura recomiendan los tres sencillos pasos que se deben seguir para conseguirlo. Una rutina que sigue un orden marcado por las texturas de los productos, yendo desde las más ligeras como lo es el sérum, hasta las más densas como la crema hidratante. Productos eficaces gracias a ingredientes hidratantes y antioxidantes que ayudarán a retener la humedad de la piel para evitar la sequedad y la tirantez provocadas por el frío y el viento.
El primer paso de la rutina de cuidado facial es el sérum Tri-Hialuronic con tres tipos de ácido hialurónico de alto y bajo peso molecular para garantizar una mayor penetración a las capas más profundas de la piel. Se trata de un producto que aporta una gran hidratación para una piel más firme a la vez que contribuye a difuminar las líneas finas y las arrugas.
Siguiendo el grado de textura de los diferentes productos, a continuación del sérum se aplica la crema activadora de colágeno que refuerza el sistema inmunitario de la piel para combatir el envejecimiento prematuro provocados por los agentes externos como el frío, el viento, la contaminación o la luz azul, entre otros. Además, incrementa la síntesis de colágeno y tiene un alto poder reparador.
El último paso de la rutina de cuidado facial no puede ser otro que un fotoprotector multivitamínico de amplio espectro cuyo color se adapta a todos los tonos de piel, cubriendo imperfecciones e hidratando en profundidad. Ofrece un cuidado preventivo eficaz frente al eritema y el envejecimiento fotoinducido de la piel.
Estos son los productos imprescindibles que se necesitan para afrontar las temperaturas extremas con buena cara y por la que las compañeras de oficina preguntarán.