El otoño se acerca y las temperaturas bajan, pero nuestra salud y alimentación deben seguir en buen estado. La costumbre de introducir comidas calóricas y poco saludables durante la temporada de otoño es una mala idea, especialmente si llevamos una dieta saludable. Por ello, dedicar algo tiempo a adaptar nuestra dieta de otoño puede ser la solución perfecta para garantizar una comida ligera, nutritiva y sabrosa.
En este artículo exploraremos, cómo adaptar nuestra dieta en otoño para consumir comidas ligeras y nutritivas que nos aporten energía y nos ayude a mantener un peso saludable.
¿Por qué es importante adaptar la alimentación en otoño?
Al principio del otoño se produce una bajada de temperatura y con ello es habitual que nos provoque cambios en el apetito. Nuestras comidas son más grasas y las cantidades aumentan con el fin de utilizar menos energía para consumirlas. Esto hace que nos sintamos cansados y en ocasiones podemos sobrealimentarnos, apareciendo un mayor consumo de energía frente a lo que gastamos disminuyendo nuestro peso e impedir obtener todos los beneficios de una alimentación saludable.
Además, el clima también influye a la hora de elegir nuestros alimentos, el frío incrementa el consumo de carbohidratos, los cuales fomentan la producción de insulina para proporcionarnos energía. Por ello, las ensaladas de verano dejan paso a los guisos ricos en fibra y alimentos más energéticos.