Los jóvenes de la Generación Z, compuesta por jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, se encuentra en la etapa de ingresar al mundo laboral. Sin embargo, los reclutadores están comenzando a mostrar cierta desconfianza hacia esta generación.
Caracterizados por ser digitales, diversos, sensibles, autosuficientes e intolerantes a la frustración, los jóvenes de la Generación Z aún no están cumpliendo todas las expectativas de las empresas.
Aunque se espera que representen el 30% de la población activa para el año 2030, es necesario analizar las razones detrás del rechazo que enfrentan por parte de los reclutadores.
La era digital y la falta de habilidades blandas
La Generación Z ha crecido en un entorno digital, lo que les ha proporcionado habilidades tecnológicas avanzadas. Sin embargo, a veces se les critica por carecer de habilidades blandas, como la comunicación cara a cara, la resolución de problemas o el trabajo en equipo.
La era digital ha tenido un impacto significativo en la forma en que la Generación Z se ha desarrollado y ha adquirido habilidades.
Estos jóvenes han crecido rodeados de tecnología y están altamente familiarizados con el uso de dispositivos electrónicos, redes sociales y aplicaciones digitales. Como resultado, han adquirido habilidades tecnológicas avanzadas que son valiosas en el entorno laboral actual.
Sin embargo, a pesar de su dominio de las herramientas digitales, algunos reclutadores han expresado preocupación por la falta de habilidades blandas en la Generación Z. Estas habilidades, también conocidas como habilidades sociales o habilidades interpersonales, son fundamentales para el éxito en el trabajo y las relaciones profesionales.
La comunicación cara a cara es una de las habilidades blandas que se ha visto afectada por la era digital. La Generación Z está acostumbrada a comunicarse a través de mensajes de texto, chats en línea y redes sociales, lo que puede resultar en una falta de habilidades para comunicarse eficazmente en persona.
La capacidad de expresarse claramente, escuchar activamente y comprender las señales no verbales son aspectos importantes de la comunicación cara a cara que a veces pueden ser desafiantes para los jóvenes de esta generación.
La resolución de problemas es otra habilidad blanda que puede ser afectada por la dependencia de la tecnología. La Generación Z ha crecido en un entorno en el que la información y las respuestas están disponibles al alcance de sus manos a través de internet.
Esto puede llevar a una falta de habilidades para resolver problemas de forma independiente y pensar críticamente. Los reclutadores pueden percibir que los jóvenes de esta generación carecen de la capacidad de encontrar soluciones creativas y tomar decisiones informadas.
El trabajo en equipo es otra área en la que la Generación Z puede enfrentar desafíos. Si bien han crecido participando en proyectos grupales en la escuela, pueden tener dificultades para adaptarse a los roles y dinámicas de trabajo en equipo en un entorno laboral.
La colaboración, la comunicación efectiva y la capacidad de comprometerse y trabajar de manera productiva con otros son habilidades esenciales en el entorno laboral actual.
Es importante destacar que no todos los jóvenes de la Generación Z carecen de habilidades blandas. Muchos de ellos han desarrollado estas habilidades a través de experiencias personales, voluntariado, trabajo en equipo deportivo u otras actividades extracurriculares.
Sin embargo, es fundamental que los reclutadores tengan en cuenta la importancia de estas habilidades y brinden oportunidades para su desarrollo y mejora.