El ayuno intermitente es una práctica alimentaria que alterna la ingesta y abstinencia de alimentos durante un cierto periodo de tiempo. Una de las ventajas desde el punto de vista saludable es que ayuda a perder peso, contribuye al control glucémico y a mejorar la función metabólica en personas con diabetes.
Además, beneficia la resistencia, mejora la función inmunológica y ayuda a mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, como la mayoría de las cosas, el ayuno intermitente también presenta algunos riesgos, especialmente para los jóvenes.
Los peligros del ayuno intermitente para los jóvenes
El ayuno intermitente, como cualquier otra práctica alimentaria, puede ser indeseable si no se realiza de manera correcta. Si bien hay muchos adultos que lo se valen de esta costumbre para llevar una vida saludable, también hay algunos riesgos adicionales que los jóvenes deben plantearse antes de probar el ayuno intermitente. Estos peligros incluyen el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios, problemas en el suministro de nutrientes y un aumento de la fatiga.
La aparición de trastornos alimenticios se considera uno de los mayores peligros relacionados con el ayuno intermitente. Esta práctica puede crear una mezcla de ansiedad y compulsión alimentaria que resulta en desórdenes tales como bulimia y anorexia. Muchos adolescentes que se someten al ayuno intermitente caen en patrones de comer poco o comer en exceso que, a la larga, pueden conducir a trastornos alimenticios si no hay un control adecuado.
Además de los trastornos alimenticios, el ayuno intermitente también puede regular los niveles hormonales de los jóvenes, que a menudo conducen a desórdenes alimentarios. Cuando los niveles hormonales cambian de forma drástica, los adolescentes pueden tener un apetito voraz y comenzar a comer sin control. Esto contribuye a aumentar los niveles de obesidad, especialmente en aquellos que no tienen una actividad física adecuada.