Cuando se trata de mantener una piel sana y radiante, hay muchos factores en juego; desde limitar la exposición a elementos dañinos como los rayos ultravioleta provenientes del sol hasta incorporar una rutina de cuidado de la piel en nuestro día a día. No obstante, uno de los pilares sobre los que descansa la salud de la piel es la alimentación.
La alimentación influye directamente en la salud de la piel. Todo depende de los nutrientes que consumas. Los antioxidantes ayudan a prevenir el daño de los radicales libres que producen envejecimiento prematuro; mientras que la vitamina E y el ácido linoleico son fundamentales para mantener una piel hidratada y tersa. Los estudios demuestran que una apropiada alimentación también puede ayudar a combatir el acné y reducir la pérdida de elasticidad.
Los beneficios del tomar agua
Beber agua es y siempre será una de las mejores cosas que puedes hacer por tu piel y tu salud general. El agua facilita el trabajo de los órganos que transforman los alimentos en nutrientes, lo que significa que tu cuerpo estará más preparado y preparado para absorber aquellos alimentos ricos en nutrientes esenciales para la piel. El promedio recomendado son alrededor de 8 vasos de agua al dia para lograr una buena hidratación.
Por otro lado, el agua ayuda a eliminar del organismo los desechos y toxinas y, a su vez, también ayudará a mejorar la absorción de los nutrientes. El agua estimula la circulación en la piel y ayuda a estabilizar los niveles de grasa y de pH de la piel, dos componentes importantes para la buena salud de la misma.