El verano es una época del año en la que nuestras rutinas y hábitos alimentarios pueden cambiar debido a las altas temperaturas y a las actividades al aire libre. Sin embargo, es importante tener en cuenta que comer menos en verano y mantener una alimentación equilibrada y adecuada sigue siendo fundamental para nuestra salud y bienestar.
En este artículo, te presentamos 9 razones por las cuales es beneficioso reducir la cantidad de comida que consumimos durante el verano. Desde el impacto en nuestra digestión hasta los beneficios para nuestra piel, descubrirás las ventajas de elegir porciones más pequeñas durante esta estación del año.
Facilita la digestión
Durante el verano, el calor y la deshidratación pueden poner una carga adicional en nuestro sistema digestivo. Comer menos en verano y porciones más pequeñas reduce la cantidad de trabajo que nuestro tracto gastrointestinal debe realizar para descomponer y procesar los alimentos que consumimos.
Esto permite que la digestión sea más eficiente y evita posibles malestares estomacales como el reflujo o la hinchazón. Al reducir el estrés en nuestro sistema digestivo, también aumentamos la disponibilidad de energía para otras funciones vitales en nuestro cuerpo.