Verano significa calor, sol, reuniones al aire libre y deliciosa comida. Sin embargo, el calor intenso puede ser un gran enemigo para la calidad y conservación de los alimentos. En los meses de calor muchos platos pueden llegar a contraer enfermedades según el estado en que se encuentren los alimentos y el tiempo que han estado sin refrigerar. Si no se siguen las recomendaciones adecuadas, los contaminantes pueden llegar a generar enfermedades de alimentación provocando daños directos a la salud.
Las intoxicaciones alimentarias seguramente siempre habían sido una preocupación para las personas durante los meses veraniegos, pero con la pandemia que ha venido atacando nuestra salud, este tema ha vuelto todavía más relevante. Esto se debe a que algunas enfermedades de alimentación pueden agravar los síntomas de la Covid-19 y volver el proceso de recuperación aún más difícil. Por este motivo, el verano nos obliga a tomar una postura más responsable con respecto a los alimentos.
Cuidados básicos al preparar alimentos
Si bien nuestro principal objetivo a la hora de preparar los alimentos es que se desarrollen un buen sabor y aroma, también debemos tener presente la importancia de que estos estén libres de bacterias y otros tipos de contaminantes para evitar intoxicaciones. Estos consejos son una buena guía a la hora de preparar comidas en general y en particular durante el verano:
- Siempre comience lavándose las manos. Lave sus manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos y asegúrese de fregarlas. Esto contribuirá a deshacerse de los gérmenes y minimizar el riesgo de contaminación cruzada.
- Separe los alimentos crudos de los alimentos cocinados y cocidos. Esto ayudará a evitar la contaminación cruzada.
- Evite colocar los alimentos al aire libre si la temperatura ambiente es superior a los 32 °C en promedio.
- Limpie siempre los utensilios y superficies con un limpiador adecuado antes y después de preparar alimentos.