El envejecimiento es una etapa natural de la vida que puede venir acompañada de diferentes desafíos. Sin embargo, es posible disfrutar de una buena calidad de vida en la vejez al adoptar un estilo de vida saludable y mantenerse activo en la vejez.
Mantenerse activo en la vejez no solo tiene beneficios evidentes para la salud física, sino también para la salud mental y emocional.
Mejora de la función cardiovascular
La actividad física regular ayuda a fortalecer el corazón y los pulmones, mejorando así la circulación sanguínea y reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas.
Los pulmones también se benefician de la actividad física regular. Cuando hacemos ejercicio, los pulmones trabajan más para proporcionar la cantidad necesaria de oxígeno a los músculos que están en movimiento.
Esto significa que los pulmones se adaptan y se vuelven más fuertes, lo que mejora su capacidad para tomar y transportar oxígeno.
Además, la actividad física también ayuda a mejorar la función respiratoria en general, por lo que es especialmente importante para aquellas personas que sufren de enfermedades respiratorias como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Incorporar ejercicios de fuerza y resistencia
Además de la actividad aeróbica, es importante incluir ejercicios de fuerza y resistencia en tu rutina.
Esto puede ser mediante el uso de pesas, máquinas de entrenamiento de fuerza, bandas de resistencia, o incluso realizar ejercicios de peso corporal como flexiones, sentadillas y planchas. Estos ejercicios ayudarán a mantener la masa muscular y la densidad ósea.
Priorizar el entrenamiento de equilibrio y flexibilidad
Dedicar tiempo para mejorar el equilibrio y la flexibilidad es esencial para prevenir caídas y mantener la movilidad en la vejez. Puedes realizar ejercicios de equilibrio simples, como pararte en un solo pie o hacer el árbol de yoga.
También puedes agregar una rutina de estiramientos para mantener la flexibilidad de los músculos y articulaciones.
Mantenerse activo a lo largo del día
Además de la rutina de ejercicio planificada, también es importante mantenerte activo a lo largo del día.
Esto implica evitar el sedentarismo y buscar oportunidades para moverse más. Puedes caminar en lugar de tomar el automóvil o el ascensor, hacer pausas activas durante el día o participar en actividades recreativas como bailar, hacer jardinería o practicar Tai Chi.
Socializar y disfrutar de actividades en grupo
La socialización y la participación en actividades grupales también son importantes para mantenerte activo en la vejez. Hacer ejercicio con compañeros, unirte a grupos de caminata o de yoga, o participar en actividades de la comunidad puede proporcionar motivación, compañerismo y una sensación de pertenencia.
Envejecer es una etapa natural de la vida que puede presentar desafíos, sin embargo, mantenerse activo y saludable durante la vejez puede mejorar significativamente tanto el bienestar físico como mental.
Mantenerse activo en la vejez es fundamental para disfrutar de una buena calidad de vida
Los beneficios físicos, mentales y emocionales de la actividad física regular son numerosos y se pueden lograr siguiendo algunas recetas simples.
Establecer una rutina de ejercicio regular, incorporar ejercicios de fuerza y resistencia, priorizar el entrenamiento de equilibrio y flexibilidad, mantenerse activo a lo largo del día y socializar son algunas de las recetas clave para mantenerse activo en la vejez.
Al adoptar un estilo de vida activo, puede mejorar su bienestar general y disfrutar de una vejez saludable y satisfactoria.
Mantenerse activo en la vejez: la receta perfecta para una buena calidad de vida
El ejercicio físico tiene muchos beneficios para la salud, pero es aún más importante mantenerse activo durante la vejez para evitar problemas de movilidad y ejercitar la mente.
Según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge en casi 1.500 adultos mayores, una reducción en la actividad física y un aumento del tiempo sedentario están relacionados con una menor calidad de vida.
La actividad física, especialmente cuando es de intensidad moderada y aumenta la frecuencia cardíaca, reduce el riesgo de enfermedades como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer.
Por lo tanto, se recomienda que los adultos mayores realicen al menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada o 75 minutos de actividad de intensidad vigorosa a la semana.
El estudio analizó los niveles de actividad de más de 1.400 participantes de 60 años o más utilizando acelerómetros. También se evaluó la calidad de vida relacionada con la salud, que incluye el dolor, la capacidad de cuidarse a sí mismo y la ansiedad/estado de ánimo.
Los participantes fueron seguidos durante casi seis años para observar los cambios en su comportamiento y calidad de vida.
Los resultados del estudio revelaron que, en promedio, tanto hombres como mujeres redujeron su actividad física de moderada a vigorosa en alrededor de 24 minutos al día y aumentaron su tiempo sedentario en alrededor de 33-38 minutos al día.
Aquellos que realizaron más actividad física y pasaron menos tiempo sedentarios tuvieron una mejor calidad de vida. Cada hora adicional de actividad física por día se asoció con una puntuación de calidad de vida 0,02 más alta.
Por otro lado, cada minuto menos de actividad física medida seis años después de la primera evaluación se relacionó con una reducción de 0,03 en las puntuaciones de calidad de vida. Del mismo modo, cada minuto adicional de comportamiento sedentario se asoció con una reducción de 0,012 en las puntuaciones de calidad de vida.
Una mejora de 0,1 puntos en las puntuaciones de calidad de vida se ha asociado previamente con una reducción del 6,9% en la muerte prematura y una reducción del 4,2% en el riesgo de hospitalización.
Mantenerse activo y limitar el tiempo sedentario son especialmente importantes en la vejez, ya que pueden conducir a mejoras significativas en la calidad de vida y el bienestar físico y mental.
El ejercicio físico reduce el dolor, mejora la fuerza muscular y ayuda a los adultos mayores a cuidarse a sí mismos. Además, estar más activo y menos sedentario también puede mejorar la depresión y la ansiedad, que están relacionadas con la calidad de vida.
En conclusión, mantenerse activo en la vejez es la receta perfecta para una buena calidad de vida. El ejercicio físico regular y limitar el tiempo sedentario no solo mejoran la salud física, sino que también contribuyen al bienestar mental y emocional.
Siguiendo las recomendaciones de actividad física y evitando prolongados períodos de inactividad, los adultos mayores pueden disfrutar de una vida activa y plena en sus años dorados.