El verano es la época perfecta para disfrutar de una deliciosa y refrescante sandía. Esta fruta jugosa y colorida no solo es sabrosa, sino que también comer sandía ofrece una serie de beneficios para la salud.
Hidratación en su máxima expresión
El verano es sinónimo de altas temperaturas y una mayor tendencia a la deshidratación. La sandía está compuesta principalmente por agua, lo que la convierte en una excelente opción para mantenerte hidratado.
Cada bocado jugoso de sandía contiene una gran cantidad de agua, lo que te ayuda a reponer los líquidos perdidos y a mantenerte fresco en los días calurosos.