Si tienes un perro, es posible que en algunas épocas del año, especialmente durante el verano, lo hayas visto estornudar con más frecuencia. El estornudo es un acto reflejo que puede expulsar polvo, pelo, mocos y otros irritantes de la nariz.
Alergia al polen
Los perros también pueden sufrir alergias como los humanos. El polen de las plantas puede causar una reacción en la nariz y los ojos de tu perro, lo que puede hacer que estornuden.
Es cierto que los perros pueden sufrir alergias en verano, y que el polen es uno de los irritantes más comunes que causa reacción en ojos y nariz de la mascota. Además, los síntomas de la alergia también pueden incluir picazón, enrojecimiento y secreción nasal.
Si tu perro presenta estos síntomas, es importante que lo lleves al veterinario para que pueda determinar si se trata de una alergia y, de ser así, buscar una solución médica que ayude a aliviar el sufrimiento de tu mascota.
Además, en verano también aumenta la cantidad de insectos como pulgas y garrapatas, que pululan en los jardines y parques. Estos insectos pueden afectar gravemente la salud de los perros si no se toman las medidas necesarias para prevenir su aparición.
Para ello existen varios tratamientos y productos en el mercado, que van desde los tradicionales collares antiparasitarios a lociones y champús especiales.
En cualquier caso, es esencial mantener la higiene del hogar y del animal, incluyendo un baño regular y el cambio frecuente de la ropa de cama del perro.
Además, es recomendable mantener limpios los lugares donde el perro suele pasar más tiempo, como su cama o correas. De esta forma se preverá la aparición de ácaros o bacterias en estos espacios.
Si tienes un perro alérgico, también es importante prestar atención a lo que come. Algunos alimentos pueden contener elementos que desencadenen reacciones, como ciertos tipos de proteínas. Por ello, consulta con el veterinario cuál es la dieta que mejor se adapta a las necesidades de tu perro alérgico.