La mayoría de las etiquetas indicarán si el pescado que compraste en la tienda es silvestre o de piscifactoría. Sin embargo, hay otras formas de diferenciar entre peces silvestres y de piscifactoría. Y también hay formas de saber si tu pescado o marisco es realmente fresco.
La piel del pescado debe tener un brillo metálico
Si estás comprando pescado entero, incluido el salmón, el atún, el bacalao, la lubina o el pargo rojo, lo primero que debes hacer es examinar la piel. Busca una apariencia brillante y metálica en las escamas.
Las escamas de los peces tienen una apariencia metálica o plateada para ayudar a los peces a esconderse de los depredadores. La luz se refleja en los cristales de guanina que se forman naturalmente en la piel.
Cuanto más fresco sea el pescado o el marisco, más intactos estarán estos cristales de guanina y más brillante y reflectante aparecerá la piel del pescado. A medida que el pescado comienza a deteriorarse, la piel se volverá opaca y menos vibrante.
Incluso puedes notar manchas oscuras, escamas faltantes o escamas que se desprenden con facilidad, que son signos reveladores de que el pescado no está fresco.