Es innegable que el deporte tiene muchos efectos positivos en la salud, a cualquier edad. El entrenamiento regular previene enfermedades cardíacas y circulatorias, fortalece los músculos y los huesos, promueve el sistema inmunológico y mejora la psique de la gente mayor.
Además de eso, el deporte aumenta la calidad de vida, especialmente en la tercera fase de la vida: porque aquellos que entrenan la fuerza, la movilidad y la resistencia crean la base para poder llevar una vida independiente y autodeterminada durante mucho tiempo. Los músculos nos mantienen móviles. Nos dejan subir escaleras y cargar bolsas.
El tipo y la intensidad de los cambios de entrenamiento
Incluso si el deporte no tiene límite de edad, todavía hay algunas cosas a considerar a partir de los 60 o 70 años. La fuerza humana disminuye naturalmente, lo que cambia el tipo y la intensidad del entrenamiento.
Algunos también están inhibidos por el miedo a las lesiones o al sobreesfuerzo, mientras que otros arrastran dolencias físicas que ya no les permiten practicar determinados deportes. Pero eso no debería detener a nadie: incluso con enfermedades graves, el deporte adecuado puede ser beneficioso y ayudar a aliviar los síntomas.