El dolor de crecimiento es un síndrome de etiología poco clara que afecta a niños entre 2 y 12 años de edad. No está claro si este dolor está inextricablemente relacionado con el período de crecimiento. Los niños que realizan una actividad física normal durante el día se quejan de molestias desagradables (dolor en las extremidades) generalmente durante el descanso nocturno. Este dolor afecta especialmente a la zona de las articulaciones de las rodillas o pantorrillas y tiene una duración inferior a 1 hora. ¿Cómo se pueden aliviar las molestias de crecimiento en los niños?
¿Qué es el dolor de crecimiento?
Los niños en crecimiento a menudo se quejan de dolor en las piernas, especialmente en las articulaciones de las rodillas. Por lo tanto, durante el período de desarrollo, los padres a menudo acuden a un médico ortopédico o a un médico general para pedir consejo.
Lo más difícil parece ser la decisión de qué síntomas deben preocuparnos lo suficiente como para extender el diagnóstico y, en consecuencia, profundizar el diagnóstico, y qué síntomas son solo un dolor leve. Debes recordar que las molestias de crecimiento es un diagnóstico con el llamado exclusión, es decir, dicho diagnóstico se realiza solo cuando se excluyen otras enfermedades que pueden causar dolencias o molestias.
¿Qué causa las molestias de crecimiento en los niños?
El dolor de crecimiento es un conjunto completo de dolencias con una base poco clara y no completamente explicada. No se sabe completamente si las molestias de crecimiento están relacionados con el crecimiento del niño. Sin embargo, las dolencias dolorosas aparecen en niños sanos, con mayor frecuencia en edad preescolar, es decir, a partir de los 2 años.
El límite máximo de edad en el que pueden presentarse dolencias desagradables se establece en los 12 años (y la mayoría de las veces es entre los 4 y los 6 años).
Las molestias de crecimiento a menudo también se denominan dolores nocturnos en las extremidades y afectan a los niños que realizan una actividad física normal, plena e indolora durante el día. Por la tarde o por la noche, refieren dolencias en la rodilla o en la espinilla. También pueden experimentar episodios de dolor severo que pueden despertar al bebé, a menudo con llanto.
Síntomas de molestias en las extremidades
El dolor creciente se asocia con síntomas generalizados. Este tipo de dolencia se caracteriza por:
- Generalmente ocurre en las extremidades inferiores
- No se localiza en la propia articulación, aunque los niños señalan las articulaciones de la rodilla
- A veces denominado dolor en la espinilla
- Puede ser multilocal, puede ocupar diferentes regiones de las extremidades (muslos, hueco poplíteo, parte inferior de las piernas, bordes de la tibia)
- Generalmente no ocurre durante el día
- No ocurre todos los días
- Puede ser periódico (6-24 veces al mes)
- Un único episodio de molestia suele durar entre 10 y 30 minutos (máximo 1 hora)
- Puede ocurrir dentro de unos pocos meses, incluso hasta un año
- Los síntomas no aumentan, no empeoran con el tiempo y, por lo general, no causan cojera
Si los síntomas presentados anteriormente no se corresponden con el cuadro del niño, o los síntomas persisten en el tiempo o empeoran, entonces se debe considerar una consulta médica para profundizar en el diagnóstico y evaluación del estado del niño.
Síndrome de dolor y actividad física
Los síndromes dolorosos del aparato musculoesquelético de carácter mecánico o de sobrecarga como consecuencia de la práctica deportiva suelen remitir tras el reposo. Te puede preocupar si, además de la molestia en las extremidades, tienes síntomas como:
- Hinchazón y malestar en las articulaciones
- Así llamado rigidez matutina
- Rigidez después del descanso
- Cojera
- Otros trastornos de la marcha
Si alguno de los síntomas antes mencionados aparece y se convierte en un problema constante, se recomienda la consulta con reumatología u ortopedia.
Tratamiento de malestar creciente
Si fue necesario un diagnóstico diferencial completo y no se encontró una causa reumática, y el hemograma completo con frotis de PCR o VSG (marcadores de inflamación) no se desvía de la norma, en el caso de dolor creciente, se puede utilizar lo siguiente:
- Masaje de las extremidades, especialmente en los lugares donde el niño siente malestar. A menudo, simplemente masajear reduce significativamente o elimina por completo los síntomas desagradables del malestar creciente
- Compresas frías: ayudan a reducir el malestar (gel frío, bolsas de hielo, aseguradas con una base de tela, gasa, no directamente sobre la piel)
- Analgésicos suaves
- A veces se da un placebo
- También se permiten combinaciones o combinaciones de los tratamientos anteriores.
En el análisis del dolor nocturno en niños, además de los factores somáticos, también se debe prestar atención a los factores psicógenos (la interdependencia del malestar con la tensión nerviosa). En este caso, los niños también pueden experimentar otros síntomas, como dolores de cabeza o de estómago.
Dolores de crecimiento y diferenciación de otras enfermedades
El dolor creciente también puede acompañar a otras enfermedades. Sin embargo, es importante recordar que depende del médico, no de los padres, derivar al niño para su examen y diagnóstico.
Las enfermedades más comunes que pueden causar malestar nocturno son:
- Cánceres de huesos
- Leucemia
- Artrosis aguda
- Choroba perthesa
- Exfoliación de la cabeza femoral
- Sinovitis transitoria
- Artritis septica
- Síndrome de piernas inquietas