Entre plantas ornamentales y útiles, flores exóticas, huertos y árboles frutales, los humanos encontramos distracción y realización. Aquí te contamos cómo puede ayudar la jardinería a la gente mayor, cómo y dónde puedes dedicarte a esta afición y qué debes tener en cuenta.
Los beneficios de trabajar en el jardín
Si plantas lechos de vegetales o cuidas arbustos y árboles frutales, una ventaja es obvia: cubres una parte (generalmente estacional y bastante pequeña) de tu propio suministro de alimentos. Muchos jardineros encuentran eso gratificante: tu propio tomate siempre sabe mejor que la fruta que compras en el supermercado de todos modos.
Hoy, sin embargo, las verdaderas ventajas radican principalmente en los efectos positivos de la jardinería sobre el cuerpo y la mente:
- Resistencia física y fuerza: Incluso sin un esfuerzo físico extremo, la jardinería al aire libre tiene un efecto positivo. Los estudios muestran que la jardinería quema entre 100 y 500 kilocalorías por hora. Por lo tanto, cavar camas, plantar flores, rastrillar hojas, cortar leña, cortar el césped, podar arbustos, cosechar verduras y cualquier otra actividad de jardinería puede ser un verdadero programa de acondicionamiento físico. Como con cualquier actividad física, el efecto positivo es particularmente evidente cuando te acostumbras a una cierta regularidad.
- ¿Jardinería contra la demencia? En nuestra sociedad, la demencia es uno de los mayores retos para la salud de la gente mayor. El ciclo repetitivo de actividad involucrado en la jardinería puede contrarrestar parte de la demencia en desarrollo. Según investigadores japoneses, mirar el campo también reduce nuestro nivel de estrés y al mismo tiempo estimula nuestra capacidad de hablar y recordar. Incluso existe una terapia de jardín especial para personas que ya padecen demencia.
- Bueno para el corazón, la circulación y el sistema inmunológico: Debido al efecto calmante y reductor de la presión arterial de la jardinería y al efecto de entrenamiento descrito anteriormente, la jardinería también previene enfermedades cardiovasculares como derrames cerebrales y ataques cardíacos. Los microorganismos con los que entra en contacto mientras trabaja en el jardín también fortalecen su sistema inmunológico.
- Equilibrio, bienestar, creatividad: Si ya no trabajas, la jardinería puede ser exactamente el equilibrio que necesitas en el «día a día de un pensionista». Los jardineros aficionados son más positivos en la vida porque el cuerpo produce melatonina cuando pasa tiempo al aire libre, lo que a su vez promueve el equilibrio y el bienestar. Diseñar el jardín también es un logro creativo, que a su vez te hace sentir bien.