El síndrome de Asperger, según la clasificación establecida por los especialistas, pertenece al grupo de los trastornos del espectro autista. El problema del síndrome de Asperger afecta hasta al 4% de la población y puede presentarse tanto en niños como en adultos. ¿Se conocen las causas del síndrome de Asperger? ¿Existe un tratamiento farmacológico para el síndrome de Asperger? A continuación, despejaré todas estas incógnitas y te ayudaré a entender más este síndrome:
Índice
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
Antes de explicar qué es el síndrome de Asperger, te familiarizaré con la descripción de los trastornos del espectro autista, porque como ya te mencioné, es a este grupo al que pertenece el síndrome discutido en este artículo. Los trastornos del espectro autista son un grupo amplio, pero lo que tienen en común es que su imagen incluye anomalías tales como dificultades en la comunicación social, el llamado patrón de comportamiento restringido, pero también una gama limitada de intereses y actividades realizadas por el paciente.
El síndrome de Asperger se parece al autismo en muchos aspectos, pero se distingue por un desarrollo normal del habla y un intelecto normal, a menudo incluso superior al promedio. Lo que distingue al síndrome de Asperger del autismo es también la aparición tardía de los cambios: los primeros síntomas suelen aparecer después de los 3 años.
El síndrome de Asperger es un trastorno generalizado del desarrollo y no puede tratarse como una enfermedad. Una persona afectada por ella puede tener un problema de funcionamiento en muchos niveles. Por esta razón, la atención de un paciente con síndrome de Asperger debe ser brindada no solo por psiquiatras, sino también por logopedas y educadores (los que mejor conocen este síndrome).
El nombre del síndrome proviene del nombre del médico que describió por primera vez este fenómeno: tuvo lugar recientemente, en 1944. Estadísticamente, el síndrome de Asperger afecta aproximadamente al 1-4% de la población, sin embargo, se cree que estas cifras pueden estar subestimadas debido a la falta de diagnóstico en algunos pacientes.
Causas del síndrome de Asperger
Lamentablemente no. Sin embargo, se notó hace muchos años que esta condición puede tener una base genética. Por lo tanto, si los padres o uno de ellos presenta síntomas de este síndrome, existe un riesgo significativamente mayor de que se presente en el niño. Sin embargo, todavía no se sabe qué anormalidad en el material genético es responsable de la base hereditaria del síndrome de Asperger.
Se cree que la exposición del feto a ciertos factores dañinos en las primeras semanas de embarazo también puede aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome de Asperger. Dichos factores se denominan teratógenos e incluyen, por ejemplo, la infección por ciertos virus, la exposición a metales pesados o ciertos medicamentos (incluidos los retinoides utilizados en el tratamiento general del acné vulgar, pero también algunos medicamentos antiepilépticos, como el ácido valproico). Además, lo siguiente también puede contribuir al desarrollo del síndrome de Asperger:
- Daños y lesiones causados durante el parto
- Infección por toxoplasmosis
- Daño al sistema nervioso central, resultante, por ejemplo, de hipoxia intrauterina;
- Parálisis cerebral (mpd, por sus siglas en inglés) – como resultado del daño al sistema nervioso en los primeros años de vida
- Bajo peso del bebé al nacer
- Mayor edad del padre (la edad del padre mayor de 40 años se considera un factor contribuyente)
Algunos investigadores y psicólogos ven las causas del síndrome de Asperger también en experiencias traumáticas en la primera infancia, aunque no hay certeza absoluta en cuanto a la validez de estas suposiciones. Se supone que tales experiencias son uno de varios factores superpuestos que conducen a la manifestación del síndrome discutido en este artículo.
Debe enfatizarse claramente aquí que no hay evidencia científica de que las vacunas infantiles aumenten el riesgo de este síndrome. Esto debe quedar claro, porque todavía hay muchas creencias falsas y dañinas entre algunos padres.
Síntomas del síndrome de Asperger
En los niños, los primeros síntomas del síndrome de Asperger suelen aparecer después. 2-3. años de edad y persisten en cierta medida durante los próximos años de vida (dependiendo del inicio de la terapia). Asperger es ocho veces más común en niños que en niñas.
Los síntomas que pueden preocupar a padres y psicólogos, sugiriendo el diagnóstico de síndrome de Asperger, son principalmente:
- Problemas en cuanto a relacionarse con los compañeros
- Tendencia a aislarse
- La tendencia a establecer una cierta rutina y hábitos específicos. En los adultos, esto se manifiesta en la forma de realizar una tarea dada siempre en el mismo orden, siempre de la misma manera; un ejemplo aquí es ir al trabajo o a la escuela usando siempre la misma ruta. Los niños con síndrome de asperger repiten las mismas actividades todos los días, por ejemplo, en la escuela, hacen la misma ruta todos los días durante el descanso, o siempre comen una barra de chocolate específica de una marca específica en un momento determinado. Este rasgo también está asociado con el amor por un patrón: a los niños con síndrome de asperger les gusta cuando todo va de acuerdo con un plan específico y familiar.
- Reaccionan a las desviaciones y cambios con miedo o ira
- Hiperreactividad a estímulos externos, sensación de sobreestimulación, fatiga del niño con multitud de factores externos
- Centrándose en un interés específico. Pasar mucho tiempo haciendo una actividad favorita, lo que puede causar problemas en el funcionamiento diario, pero, por otro lado, puede convertir a una persona en un experto en un campo determinado. Muchos tienen intereses estrechos y obsesivos, generalmente estrictos. Están interesados, por ejemplo, en astronomía, geografía, física o en el funcionamiento de dispositivos seleccionados (tranvías, cohetes, automóviles, etc.). Recopilan y recuerdan toda la información posible sobre un tema determinado, por lo que su conocimiento en un campo determinado a menudo supera al de sus profesores. A menudo, las personas con asperger no quieren hacer nada que no esté relacionado con sus fascinaciones;
- Disminución de la capacidad para interpretar las emociones de los demás. Los pacientes con síndrome de asperger no pueden reconocer las emociones de los demás. No pueden mostrar emociones, a menudo tienen una expresión facial inmutable. No entienden el lenguaje corporal.
- Evitan el contacto visual, se caracterizan por una gesticulación limitada y expresiones faciales pobres, a menudo inapropiadas. También suelen reaccionar desproporcionadamente a la situación: demasiado impulsivamente o demasiado débilmente en relación con la importancia del evento;
- Muchos niños con síndrome de asperger se caracterizan por torpeza, como marcha extraña, descoordinada y rígida, dificultades para mantener el equilibrio y destreza manual reducida (dificultad para usar ambas manos de manera coordinada);
- Muchos de ellos también se caracterizan por una memoria a largo plazo excepcional (pueden recordar hechos de hace muchos años) y la capacidad de recordar grandes cantidades de hechos, definiciones y detalles
- Dificultad para mantener el contacto visual al hablar, dificultad para mantener una conversación. Este tipo de síntomas significa que las personas con síndrome de asperger pueden ser percibidas como antipáticas, engreídas, desfavorables;
- Trastornos del habla: problemas para comprender el significado de frases figurativas (metáforas), problemas para comprender mensajes no verbales (por ejemplo, expresiones faciales de otras personas). Tienen dificultades con la comunicación verbal: a menudo hablan de una manera pedante e hipercorrecta, también se distinguen por una entonación extraña e inadecuada del habla. No pueden realizar diálogos: no devuelven preguntas que inician una conversación (por ejemplo, «¿qué pasa?»). No saben cuándo los interlocutores pueden interrumpir, hacer comentarios inapropiados o hablar fuera de tema (no se apegan al hilo de la conversación). No entienden el significado de dichos populares como «no te preocupes por las moscas» o » confíe en la palabra de alguien», los interpretan literalmente
- No toleran bien los cambios, ya sea en la vida profesional o privada.
Los síntomas del síndrome de Asperger también incluyen el comportamiento compulsivo, es decir, sentir la compulsión de repetir una acción determinada. Realizarlo provoca la descarga de la tensión acumulada; a menudo, en personas con síndrome de Asperger, los psiquiatras diagnostican trastornos llamados síndrome obsesivo-compulsivo (su esencia es el sentimiento de compulsión para realizar una actividad determinada o pensamientos intrusivos, es decir, obsesiones).
El síndrome de Asperger se diagnostica en la mayoría de los casos en niños, aunque el diagnóstico de síndrome de Asperger también se puede realizar en adultos.
Es importante que recuerdes que las personas con Asperger son diferentes. Cada uno de ellos puede tener síntomas ligeramente diferentes. Etiquetar a estas personas como «Aspergers», sin tener en cuenta sus diferencias y predisposiciones individuales, es un malentendido.
Tratamiento del Síndrome de Asperger
La terapia en el síndrome de Asperger tiene como objetivo mejorar el funcionamiento en la sociedad: la escuela, el grupo de pares o el trabajo, pero también en la vida privada. Las corrientes terapéuticas que utilizan las personas con síndrome de Asperger son:
- Terapia conductual: permite introducir nuevos patrones de comportamiento que facilitan el funcionamiento cotidiano en la sociedad;
- Terapia conductual-cognitiva: permite cambiar los patrones de pensamiento y, por lo tanto, cambiar el comportamiento social;
- Integración sensorial: se utiliza en niños. Al estimular los sentidos, da la posibilidad de un mejor análisis de los estímulos;
- Formación en habilidades sociales: en términos simples, es aprender a comportarse y reaccionar en situaciones específicas, lo que mejora la capacidad de los niños y jóvenes para encontrarse en un entorno social;
- Terapia cognitiva: su objetivo es el desarrollo armonioso del niño, de acuerdo con ciertas etapas aceptadas. En esta terapia, la persona que dirige se enfoca en recuperar las funciones sociales perdidas y también enseña comportamientos apropiados, sin limitar la individualidad de una persona con síndrome de Asperger.
Medicamentos para el síndrome de Asperger
Casi todos los padres se preguntan y preguntan a los especialistas si existe una cura para el síndrome de Asperger. La respuesta es: no existe tal preparación. Solo la terapia dirigida a cambiar ciertos comportamientos puede ayudar de manera significativa.
Por supuesto, en algunos casos es necesario administrar medicación; aquí se debe mencionar la depresión, la ansiedad, el insomnio o el trastorno obsesivo-compulsivo coexistentes. Para identificar rápidamente las indicaciones de farmacoterapia, una persona con síndrome de Asperger requiere un control psiquiátrico regular.
En conclusión, el síndrome de Asperger no es estrictamente una enfermedad. Por lo tanto, el término «enfermedad de Asperger» es incorrecto. Este es un cierto trastorno que requiere atención y la introducción de psicoterapia adecuada para ayudar a las personas con este síndrome a funcionar en la vida social. Cuanto antes comience un niño la terapia, mayores serán sus posibilidades de funcionar mejor y establecer relaciones interpersonales.