El pie es una parte muy importante del cuerpo que le permite utilizar la función de locomoción. Gracias a su construcción, el pie permite el contacto directo con el suelo al caminar, saltar o correr. Puede haber muchas deformaciones anormales dentro de él, que contribuyen a la pérdida de función o a la aparición de muchas dolencias. Una de esas deformaciones es el hueco del pie. A continuación, te enseñaré todo lo referente al pie hueco que debes saber:
Índice
¿Qué es un pie hueco?
En el caso de un pie hueco, existe un arqueamiento excesivo en la parte del pie que se encuentra entre las cabezas de los metatarsianos y el hueso del talón. Esta sección también suele acortarse, lo que contribuye al acortamiento general del pie. Este defecto puede aparecer en la primera infancia, a veces un poco más tarde y muy a menudo durante la llamada, el crecimiento acelera cuando los niños están en la pubertad.
La edad entre los 10 y los 14 años es un período en el que se debe prestar especial atención a un arco del pie excesivamente elevado, porque entonces la deformidad aumenta gradualmente.
¿Cuáles son los síntomas de un pie hueco?
Además de los síntomas típicos y característicos de un pie hueco, como el acortamiento del pie, la parte dorsal del pie está elevada, lo que se denomina recubrimiento. Además, puede haber:
- Dedos con garras
- Deformidades del dedo gordo del pie
- Contractura excesiva de la fascia planta
- Contractura excesiva de músculos flexores cortos
- Dolor intenso en el pie, con mayor frecuencia en el área de los principales puntos de apoyo
- La aparición de durezas, durezas y durezas (también callosidades) en la planta del pie, principalmente en la zona de las «almohadillas», donde el pie tiene el mayor punto de apoyo
- Reducción de la economía de la marcha
- Reduciendo la aceptación de cargas pesadas
- Reducción de la absorción de impactos
- Deterioro general de la movilidad
¿Cuáles son las causas de un pie hueco?
A pesar de la afirmación general de que el origen del defecto, que es el pie hueco, es idiopático (de origen desconocido), se indica como la principal causa del desequilibrio muscular debido a cambios en el desarrollo de la parte inferior de la médula espinal (espina bífida). En ocasiones también puede acompañarse de parálisis cerebral, enfermedades musculares o paresia espástica. El defecto también puede manifestarse en el caso de mielodisplasia o cambios anormales en los nervios periféricos.
Un factor adicional que puede contribuir a la formación de un pie hueco es el uso de calcetines y zapatos demasiado ajustados e, incluso en pequeña medida, la paresia de los pequeños músculos del pie. El pie hueco también puede desarrollarse como consecuencia de lesiones, como heridas por aplastamiento de los miembros inferiores.
Diagnóstico del pie hueco
Los padres ya pueden notar el pie hueco cuando el niño está sentado libremente, donde el pie está completamente aliviado, y especialmente cuando el niño realiza la dorsiflexión del pie (hacia adentro, hacia arriba). El dolor en los pies, relatado por el niño, también es una alarma. En este caso, el padre debe acudir al médico de cabecera, quien derivará para el diagnóstico a un médico especialista, generalmente ortopedista o neurólogo.
Durante el examen, se debe evaluar el equilibrio muscular en las extremidades inferiores y en las extremidades superiores. El diagnóstico del pie hueco incluirá, entre otros, un examen neurológico, radiografías de la parte lumbosacra de la columna, evaluación de la conducción nerviosa y electromiografía.
El ortopedista tendrá en cuenta principalmente la edad a la que se produjo el defecto y todo su curso. Dependiendo de la extensión y avance de la deformidad y sus antecedentes, se aplicará un tratamiento conservador o quirúrgico.
Tratamiento de un pie hueco
Tratamiento conservador del pie hueco está enfocado en ejercicios correctivos dirigidos a:
- Restaurar las condiciones anatómicas correctas del pie
- Fortalecer los músculos debilitados
- Eliminación de contracturas y restauración de la correcta flexibilidad de la fascia plantar,
- Ejercicios de reeducación de los músculos de la parte interior del pie
- Ejercicios de estiramiento de todo el aparato del pie
- Masaje
- Terapia física
- El uso de calzado ortopédico adecuado
- El uso de plantillas especiales para zapatos que levantarán el arco transversal del pie.
Dependiendo de la gravedad del defecto, el tratamiento quirúrgico se realiza:
- Tratamiento de tejidos blandos (alargamiento de tendones, aponeurosis plantar),
- Osteotomía cambiando la cavidad del pie (baja el arco).
La rehabilitación después de la cirugía consiste en restaurar la función completa del pie, restaurando el rango de movimiento correcto en las articulaciones, relajando los tejidos internos, fortaleciendo los músculos, asegurando la estabilización y utilizando ejercicios de reeducación de la marcha.
Profilaxis del pie hueco
Una de las principales tareas en la prevención del defecto, que es el pie hueco, es cuidar la eficiencia de todo el aparato del pie mediante el uso adecuado de ejercicios en los niños desde temprana edad, fortaleciendo los músculos que participan y sostienen. Es absolutamente imprescindible que los niños lleven un calzado sano (no demasiado pequeño), que contribuya a la correcta colocación del pie y favorezca el desarrollo de sus funciones.
Un elemento importante es el control constante del pie por parte de un ortopedista o fisioterapeuta y la posible detección temprana de un defecto que puede desarrollarse a medida que el niño crece.
Es importante recordar corregir correctamente todo el cuerpo del niño, con especial énfasis en las estructuras musculares y la columna vertebral, porque cualquier defecto de postura también puede afectar el desarrollo incorrecto del pie, lo que puede provocar la aparición de un pie hueco.