Para que tu factura de la calefacción no te deje inconsciente: Usa nuestros consejos para ahorrar gas fácilmente en la vida cotidiana, al calentar, ducharte y cocinar. Porque si consumes menos, pagas menos.
Cuando se trata de ahorrar gas, la mayoría de los consumidores piensan en los costos de calefacción de su espacio vital. Pero ese no es el único punto en el que puedes reducir tu consumo y ahorrar en la factura de la calefacción.
Ahorra en costos de calefacción y usa menos gas
Cuando se trata de calefacción, la oportunidad de ahorrar es mayor. Según expertos, el 70 por ciento de la energía consumida por un hogar en toda Europa se utiliza para calentar el espacio habitable. Por lo tanto, asegúrate, por ejemplo, de mantener las puertas de las habitaciones cerradas y calentar las habitaciones solo en la medida en que sea realmente necesario.
La temperatura en el dormitorio no tiene por qué ser tan alta como en la sala de estar. La regla general es: cada grado menos reduce los costos en la factura de la calefacción hasta en un seis por ciento. Y si aún no lo has hecho, debería purgar tus radiadores…
Especialmente si no se calientan mucho a pesar que el termostato está subido o hacen ruidos de gorgoteo al calentar. También puedes verificar si tus ventanas y puertas están lo suficientemente herméticas y, si no, sellarlas mejor, por ejemplo, con ventanas con cinta selladora. Todo esto puede reducir tu factura de la calefacción.