Cuando entramos en crisis de ansiedad, automáticamente respiramos de forma más superficial y rápida, lo que crea la sensación de no poder respirar. La respiración 4-7-8 te ayuda a calmarte durante una crisis de ansiedad: respira lentamente por la nariz mientras cuentas hasta cuatro.
Aguanta la respiración mientras cuentas hasta siete. Exhala con fuerza por la boca mientras cuentas hasta ocho. Repite el ejercicio hasta que te hayas calmado, sin embargo, hay muchas más cosas que puedes hacer.
¿Qué puedes hacer contra el pánico a largo plazo?
El estilo de vida puede afectar la reaparición de las crisis de ansiedad. El alcohol, las drogas, la nicotina y la cafeína pueden aumentar la ansiedad. Si eres propenso a crisis de ansiedad, debes evitar estas sustancias tanto como sea posible. Además, asegúrate de dormir lo suficiente, comer sano y hacer ejercicio con regularidad. Todo esto fortalece tu cuerpo y lo arma contra la ansiedad.
Los ejercicios de meditación y atención plena también son herramientas efectivas para las crisis de ansiedad, ayudándote a concentrarte y calmarte más rápido si sucede lo peor. Hay muchas aplicaciones gratuitas que te guiarán paso a paso a través de técnicas de relajación.