Acurrucarse juntos en la noche, hundirse dichosamente en los brazos del otro, medio dormir cambiando de la cuchara grande a la pequeña, seguridad, cercanía, pura felicidad en el amor. Hasta aquí la versión idealizada de dormir en pareja. Sin embargo, la realidad a menudo se ve diferente: ataques de ronquidos, ataques de tos, dar vueltas, pies fríos, corrientes de aire y guerra de mantas.
Hay parejas que tienen una relación feliz en todos los sentidos y se llevan bien, pero no de noche. En lugar de discutir o luchar para levantarse de la cama cansado y arrugado por la mañana, ¿qué tal dormir solo?
Un «divorcio del sueño» puede hacerte bien
Desde un punto de vista puramente científico, las personas duermen mejor solas que en pareja. Cuando una pareja se mueve mientras duerme, la otra persona a menudo también se mueve. Y si comparten una cama con roncadores, perderán alrededor de una hora de sueño en total.
Esto tiene consecuencias: según un estudio, las parejas cuyos ritmos y patrones de sueño no van bien juntos resuelven más conflictos, tienen conversaciones menos profundas, no hacen tanto juntos y también tienen menos sexo.
Sin embargo, la solución estándar en la mayoría de los casos sigue siendo la cama doble compartida. No obstante, eso está a punto de cambiar.
Por ejemplo, según una encuesta reciente realizada por una empresa estadounidense de colchones, tres cuartas partes de los más de 1000 encuestados de entre 18 y 73 años dicen que compartir la cama afecta negativamente su sueño; sin embargo, casi el 60 por ciento afirma que las habitaciones separadas son buenas para la relación.