Las redes sociales son una parte integral del mundo actual. Sin embargo, las redes sociales están diseñadas de tal manera que pueden y deben ser adictivas.
Las redes sociales nos facilitan más que nunca compartir contenido con el mundo, conectarnos mejor e interactuar entre nosotros. Básicamente, eso es algo bueno si no fuera por el negocio detrás de las redes sociales.
¿Por qué nos volvemos adictos a las redes sociales?
Las empresas tienen como objetivo mantenernos en las plataformas el mayor tiempo posible para seguir siendo atractivos para los socios publicitarios.
El resultado son afirmaciones, colores de señales y muchos otros elementos de diseño positivos que deberían volvernos adictos. Como resultado, las personas con una personalidad particularmente vulnerable pueden desarrollar una adicción a las redes sociales.