Cualquiera que esté tratando de perder una libra o dos lo sabe: en el medio, el estómago gruñe y el hambre se extiende. Muchos toman un refrigerio, y a menudo es grasoso, poco saludable y con muchas calorías. ¡Así es como a muchos les puede fallar una dieta!
Para que esto no te suceda, hemos preparado diez bocadillos libres de pecado que no pondrán en peligro tu plan de adelgazamiento.
No importa cuán disciplinado seas con tu dieta: una nuez por aquí, un puñado de chips por allá, ah, y “la barra de chocolate es tan pequeña”. Cuando lo notas, ya has comido más calorías no saludables de las que deseas. Pero como las prohibiciones no ayudan, tiene más sentido saber que hay diez bocadillos sin pecado que puedes comer sin remordimientos de conciencia.
¿Qué es un bocadillo?
Las personas dan respuestas diferentes en cuanto a lo que asocian con un refrigerio. Algunos nombran un solo alimento, como papas fritas o chocolate, mientras que otros nombran aspectos de las circunstancias, como comer entre comidas o sobre la marcha.
Una merienda es una pequeña comida entre comidas. Todo lo que comemos fuera del desayuno, el almuerzo y la cena se considera un refrigerio. Bocadillos como sinónimo no hace justicia a esto, pues desde hace mucho tiempo ha defendido un estilo nutricional propio, como parte de nuestra cultura e identidad.
Un snack es una solución rápida para el hambre o el apetito, independientemente de la hora del día, ya sea solo o en grupo, ya sea salado o dulce, ya sea en casa o de viaje, para acompañar o para celebrar.
Asociaciones como “aperitivos”, “mordiscos”, “snacks”, “fortalecimiento”, “finger food”, “pequeñas cosas” y “bocadillos” ilustran la gama de ideas de lo que es un snack.
Las diferentes motivaciones de los bocadillos se pueden dividir en tres categorías:
- Merienda como un manjar: Puedes picar sin sentir hambre por aburrimiento o ansiedad.
- Merienda como merienda: Comer un poco de algo porque se percibe una sensación de hambre.
- Merienda como reemplazo de una comida: Una merienda reemplaza una comida completa.
La snackificación se esconde en el tercer punto. En lugar de tres comidas principales y dos meriendas en horarios regulares, se toman varias comidas más pequeñas sin horarios fijos.
El carácter informal de la merienda refleja nuestra estructuración diaria: en el pasado, los tiempos de comida indicaban el ritmo del trabajo diario, hoy nuestras citas estructuran la comida. Las demandas de una comida hoy en día incluyen flexibilidad, individualidad, alta disponibilidad y consumo rápido.