Cuanto más envejece una persona, más a menudo deja de funcionar la transmisión de ciertas señales corporales, como la sensación de hambre, sed y saciedad, por lo que las personas mayores pueden sufrir pérdida de apetito.
Además, las enfermedades pueden ser responsables que los afectados ya no perciban las necesidades naturales y por ejemplo ya no sienten hambre. Sin embargo, especialmente en edad avanzada o en caso de enfermedad, es fundamental un aporte adecuado de nutrientes.
Por lo tanto, debe ser un objetivo importante para estimular el hambre y la sed en las personas mayores. ¿Cuáles son las formas de combatir la pérdida de apetito en las personas mayores?
Razones para la pérdida de apetito en la vejez
Las personas mayores, en particular, a menudo muestran signos que tu cuerpo solo produce una cantidad reducida de enzimas y jugos digestivos. Como resultado, los alimentos consumidos solo pueden ser procesados y utilizados deficientemente por el cuerpo.
Por este motivo, muchas personas mayores luchan contra la falta de vitaminas (vitaminas del grupo B, vitamina D y ácido fólico). Además, su aporte de minerales como el calcio, zinc y magnesio deja mucho que desear.
La pérdida de apetito en las personas mayores suele ir acompañada de una falta de ingesta de líquidos. Las personas mayores a menudo beben muy poco. No solo la disminución de la sensación de sed es una razón, sino también el miedo a la incontinencia. El resultado es una disminución en la ingesta de líquidos.
Otra causa de pérdida de apetito en personas mayores pueden ser las enfermedades. Por lo tanto, siempre debe ser aclarado por un médico si la falta de apetito está relacionada con la edad, o si hay una enfermedad física de los órganos digestivos (estómago, intestinos), una alergia, cirrosis hepática o cáncer.
Las enfermedades mentales como la adicción, la depresión o simplemente el estrés también pueden ser la causa de una pérdida de apetito persistente.