Las nueces son excelentes para picar entre comidas y también son populares en muesli, pesto o como costra de nuez en el pescado. Escuchas una y otra vez que se supone que los frutos secos engordan. Pero también se dice que son saludables y ayudan a perder peso. ¿Cómo puede encajar esto, y cuál de estas afirmaciones es verdadera?
Frutos secos: superalimento graso
Las nueces son muy diversas en su apariencia. Las nueces son generalmente frutos redondos con una cáscara dura y leñosa, cuyo núcleo aceitoso suele ser comestible. Los frutos secos aptos para el consumo incluyen avellanas, nueces, castañas dulces, cacahuetes, nueces de macadamia, anacardos, cocos, almendras, nueces de Brasil, pecanas y pistachos.
Los frutos secos contienen muchas vitaminas, minerales y oligoelementos. Los ácidos grasos insaturados como el ácido linoleico, la grasa vegetal y la proteína vegetal, así como los carbohidratos y los alimentos fibrosos de fácil digestión aseguran un metabolismo funcional.
Además, el sodio, el potasio, el calcio, el fósforo, la niacina, los aminoácidos esenciales, el flúor, el hierro, el cobre, las vitaminas del complejo B, las vitaminas A, C, D y E garantizan la protección celular y una piel radiante. Las nueces también son particularmente ricas en magnesio, un mineral que juega un papel clave en la quema de grasa.
Los frutos secos también contienen ácido fólico y el oligoelemento manganeso, que optimiza los procesos metabólicos en el cuerpo. La mayoría de los frutos secos son bajos en carbohidratos, por lo que también son adecuados para una dieta baja en carbohidratos.
El contenido promedio de grasa de las nueces es de 56 g por cada 100 gramos, más de la mitad, y contienen un promedio de 650 kcal por cada 100 gramos. Las nueces pecanas son las más ricas en grasa con 72 gramos de grasa por cada 100 gramos.