La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria muy grave que no tiene vacuna, ni tratamiento específico; y que, además, es difícil de diagnosticar y generalmente se hace de manera tardía. Esto se debe a que cuando tu mascota presenta los síntomas puede ser tarde y su recuperación dependerá de cómo responda el perro al tratamiento.
Por eso la importancia de proteger en todo momento a nuestras mascotas de parásitos y en especial de mosquitos, que son el vector por el cual se trasmite la enfermedad tanto en personas como en perros.
¿Qué es la leishmaniasis?
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria producida por una especie de protozoo conocido como leishmania; este protozoo se transmite a través de un mosquito que, al picar al perro para alimentarse de su sangre, libera al parásito.
Una vez el parásito entra en el torrente sanguíneo, comienza a invadir los órganos internos en una fase que puede durar meses e incluso años. Cuando los órganos internos se ven seriamente afectados, se le conoce como leishmania visceral, que es la enfermedad más común en los perros y por último se aprecia la leishmaniasis cutánea.