A menos que el envase indique que la corteza del queso es de plástico o ha sido tratada con el antibiótico natamicina (E 235), se puede comer. Luego, la corteza se crea mediante el proceso de maduración natural del queso y es básicamente comestible.
Se aplican excepciones a las mujeres embarazadas, los ancianos, los niños pequeños y las personas con un sistema inmunitario debilitado. Como precaución, no debes comer la corteza.
La listeria se puede formar en la corteza del queso duro o blando durante el proceso de maduración. Sin embargo, los adultos sanos generalmente no se ven afectados por estas bacterias.
¿Cómo se forma la corteza del queso?
Para que se forme una corteza, las ruedas de queso se rocían parcialmente con sal y se colocan en un baño de sal. El queso blando reposa en él durante solo media hora, el queso duro hasta tres días. La sal elimina el agua de la rueda de queso, la corteza se vuelve más firme y el queso dura más. Además, el queso solo obtiene su aroma deseado a través de este tratamiento.
Durante el proceso de maduración en condiciones climáticas especiales en la bodega de maduración, el agua se evapora de la superficie del queso y la corteza se espesa. Las ruedas de queso se giran, lavan y cepillan regularmente.
Para una corteza extra dura, el queso se puede frotar repetidamente con salmuera. La corteza blanda del Camembert, Brie o queso azul, por el contrario, se compone de moho noble. También puedes comerlos sin dudarlo.
