Traducido literalmente, mantra significa «aquello que protege a quien lo recibe». Tradicionalmente, un maestro le da un mantra a un estudiante. Cuando él o ella repite su mantra y es consciente de su profundo significado, el efecto del mantra puede ser profundo y satisfactorio.
Tus pensamientos determinan tu realidad. Cuando aceptas eso, tienes la herramienta más poderosa para crear tu vida de la manera que quieres, siempre contigo. Se sienta entre tus dos oídos. Y trabaja todo el día. Para ti o contra ti. ¿Cómo estás? ¿Qué frases determinan tu vida? ¿Son los que te animan o los que te desaniman?
Existen muchos términos para estas maravillosas frases que te ayudarán a encontrar más plenitud y felicidad. Tú también puedes usar el poder de los mantras, el poder de las afirmaciones positivas para ti y tu vida. Pero, ¿de dónde vienen originalmente los mantras? ¿Qué efecto pueden tener? ¿Por qué deberías encontrar algo para ti? Y sobre todo: ¿cómo funciona?
Palabras fuertes con una tradición milenaria
Los mantras se han utilizado durante miles de años para enfocar la mente y sanar el alma. La palabra mantra proviene del idioma sánscrito de la antigua India. Traducido libremente, significa «aquello que protege a quien lo ha recibido» o también un «medio de pensamiento que conduce a la liberación». «Man» se refiere a todo tu mundo de sentimientos y pensamientos y «tra» significa algo así como «proteger o salvar».
Y ese es exactamente el beneficio de un mantra. Se dice que te protege de los pensamientos negativos. Construyendo un verdadero escudo protector alrededor de tu mundo emocional positivo con la ayuda del mantra. Y conéctate con tu sabiduría y la sabiduría del universo.
Tanto en el hinduismo como en el budismo, los mantras se integran en la oración para liberar energías muy específicas. Los mantras se cantan o se repiten repetidamente. Esto crea un ritmo uniforme que impregna todo tu cuerpo. La vibración del sonido tiene un efecto profundo que la mente no puede describir.
Probablemente conozcas la sílaba más conocida aunque no tengas nada que ver con la espiritualidad: el «Om». Una vez que hayas «cantado» repetidamente el «Om» tú mismo, sentirás claramente cómo la vibración de la sílaba relaja tu cuerpo y se contagia una sensación de bienestar.